Se dijo que en la Ópera de París una noche de 1864, la emperatriz Eugenia llevaba un vestido tan impresionante que llegó a los titulares de los periódicos a la mañana siguiente.
Los vestido era tan espectacularles con verde intenso, los colores que tenía eran lo suficientemente vivos como para permanecer inalterados por la luz del gas.
Pocodespués, el "verde de París" se convirtió en el color de una alta sociedas, aparte de que se encontraban en sus prendas, sino también en sus paredes.
La tendencia finalmente llegaría a la Inglaterra victoriana con un resultado muy triste.
El verde de París, también conocido como verde esmeralda, era uno de los muchos matices, incluido el verde de Scheele, el primero de su tipo, que acabaría con la vida de las personas en la época victoriana. El pigmento resplandeciente fue la creación de químicos que descubrieron que mezclar cobre con arsénico daba como resultado un tinte que era más brillante y duradero que otros verdes en el mercado.
Marie Curie, la científica polaca galardonada con dos premios Nobel por sus importantes contribuciones a la ciencia, descubrió en 1898 junto a su esposo un elemento nuevo extraído del uranio que tenía unas fascinantes propiedades curativas. Por este motivo, no tuvieron la menor duda de que sería beneficioso añadir el radio a la pasta de dientes, a los medicamentos e incluso al agua y la comida. Tal fue el impacto que tuvo en la sociedad de aquel entonces que, por su llamativo y brillante color verde, muchos diseñadores de joyas y de productos de belleza también se animaron a utilizarlo.
Por desgracia el color verde estaba compuesto fundamentalmente por arsénico, un potente veneno como así se advertía en los botes de tinte y pintura, -ya puedes adivinar que la historia no termino bien.
La gente pensó que el veneno no sería peligroso mientras no se ingiriese, pero lo cierto, es que la humedad del ambiente extrae el arsénico del tinte haciéndolo pasar en estado gaseoso, por lo que las familias completas morían asfixiadas
Como sabemos ahora, el arsénico es una sustancia altamente tóxica que causa lesiones cutáneas, vómitos, diarrea y, en algunos casos, cáncer.