miércoles, 12 de agosto de 2020

TANATOCONSERVACIÓN


 


Comprende todas las técnicas empleadas destinadas a la preservación del cadáver e incluye el embalsamamiento y la refrigeración. 

El embalsamamiento consiste en la conservación del cadáver evitando la instalación de los fenómenos de transformación cadavérica a través del tratamiento con diversas sustancias que actúan tanto interna como externamente. 


El embalsamamiento es uno de los procedimientos que se puede realizar sobre el cadáver, conocido también como "momificación artificial". Es una práctica común desde la antigüedad, que se ha mantenido a través de los años con total vigencia y similares acciones y está consignada en la mayoría de las legislaciones sanitarias de diferentes países, según las características socio-sanitarias y culturales de los mismos, por lo que el embalsamamiento tiene interés histórico, religioso, sanitario y social, fundamentalmente. Es necesario contar con personal capacitado para su realización, ya que la técnica requiere de conocimientos específicos de anatomía y de química, entre otros necesarios para lograr el objetivo propuesto.

La práctica del embalsamamiento se remonta a épocas muy antiguas. Los vestigios más antiguos de momificación son las momias Hetos Heres, la madre de Keops, y algunos fragmentos de miembros y cuerpos que datan del año 3.400 a.C.

Esta práctica no fue única de los egipcios. Se conocen trabajos realizados por los árabes, los judíos, los chinos y los incas, mediante el uso de bálsamos y resinas, de donde proviene el término de embalsamamiento. En la actualidad, dichas resinas o bálsamos se han sustituido por la utilización de sustancias antisépticas.

Algunos autores definen el embalsamamiento de manera sencilla, como la preparación de un cadáver para su conservación, aunque otros autores hacen una distinción entre éste, la conservación transitoria y la preparación de cadáveres.

En esos casos, se define el embalsamamiento como el procedimiento que se realiza cuando se quiere preservar un cadáver por más de 72 horas después de ocurrido el fallecimiento; mientras que el término de conservación transitoria se emplea para aquella diligencia en la cual se intenta preservar un cadáver en su correcto estado durante las primeras 24 a 72 horas después de haber ocurrido el fallecimiento.

Por preparación de cadáver, diligencia más compleja, se entienden las maniobras que se realizan sobre el cadáver que se encuentra ya en alguna fase del período de putrefacción para tratar de reducir al mínimo los efectos de la misma e inhibir en lo posible su continuación.

En cada país pueden existir regulaciones diferentes sobre el particular y el embalsamamiento puede ser solicitado por el familiar o los allegados, los representantes de misiones diplomáticas o instituciones extranjeras, los funcionarios del gobierno y del estado, o las autoridades judiciales y sanitarias competentes, según el interés y el motivo del proceder solicitado. Según la legislación local, generalmente debe existir una autorización para que la institución pueda llevar a cabo tal diligencia, la que generalmente es de los servicios funerarios y, en uno que otro caso, el Instituto de Medicina legal y otros servicios.

Estas operaciones tienen diferentes motivos y solicitudes entre las que se destacan la repatriación o el traslado hacia el extranjero de un cadáver, la exposición de un cadáver no identificado (desconocido), los fines científicos o docentes, los intereses estatales o de gobierno, y en otros casos que así se entienda por las autoridades sanitarias o judiciales correspondientes.

Los procedimientos técnicos han ido  evolucionandoa través de la historia. Inicialmente se realizaban tres tipos fundamentales de embalsamamiento, los que se diferenciaban según el estatus o nivel familiar, lo que incluía una diferenciación en cuanto a las sustancias empleadas. El más acabado y laborioso consistía en introducir en las cavidades ciertas esencias y, posteriormente, sumergir el cuerpo en disoluciones salinas, y se completaba con la extracción del encéfalo a través de las fosas nasales mediante ganchos de hierro y la inyección posterior de infusiones de drogas a través de los mismos orificios.

En el tronco corporal se hacía una pequeña incisión y por ahí sacaban los intestinos, los que lavaban con vino de palma y envolvían en sustancias aromáticas, al tiempo que rellenaban las cavidades con polvo de mirra, cassia y otros perfumes; cosían la incisión hecha y cubrían todo el cuerpo con natrón (carbonato de sosa). Setenta días después enjuagaban el cadáver, lo enfundaban con vendas de algodón empapadas en goma y, finalmente, colocaban el cuerpo en un ataúd de madera a semejanza de la figura humana.

A través de los años y las épocas la técnica se ha ido modificando, pero siempre con el mismo principio, es decir, la sustitución de la sangre y los líquidos corporales por sustancias conservadoras, sobre todo líquidos antisépticos. En la actualidad, la práctica del embalsamamiento se puede realizar en cadáveres con autopsia o no; el principio no difiere mucho del que se sustentó en la antigüedad: "la introducción de una sustancia conservadora en el interior del cadáver", empleando para ello el torrente circulatorio, según cada caso. Debemos resaltar que en la década de los 70, en algunos países era prácticamente obligatorio el embalsamamiento.

Expondremos las técnicas más utilizadas según el estado en que se encuentren los cuerpos en el momento de su realización.

Requisitos para realizar el embalsamamiento o preparación de cadáveres

Entre los requisitos más importantes que se deben tener en cuenta para practicar estas técnicas podemos citar:

• personal técnico entrenado,
• equipamiento e instrumental,

• sustancias para la conservación y otros materiales, y
• locales adecuados.


El personal encargado de la realización de estas técnicas debe tener los conocimientos mínimos de anatomía humana y química, los que pueden adquirirse mediante un proceso de formación académica en muchas partes del mundo; existe, incluso, una certificación internacional sobre el asunto. Lo ideal sería contar con un personal altamente calificado, graduado y dedicado a la realización de esta práctica, que actuaría con nosotros en dicha contingencia.

De no contar con esta posibilidad, debe ser un personal que, al menos, haya recibido los conocimientos mínimos por un proceso de entrenamiento y su actividad debe ser supervisada por especialistas competentes.

Los instrumentos y materiales necesarios para estas actividades no distan mucho de los instrumentos quirúrgicos y los propios de las salas de necropsia, dentro de los cuales se debe contar como mínimo con:

• tijeras rectas y curvas,
• escalpelo o bisturí,
• pinzas de disección,
• sonda acanalada,
• trócar de diferentes medidas,
• agujas e hilo de sutura,
• material de relleno,
• sustancias para la conservación,
• bolsas plásticas o de nylon, y
• ropa y zapatos adecuados (que incluye batas sanitarias, gorros y tapaboca, entre otros).


El embalsamamiento se debe realizar en un local o área adecuada que reúna determinadas condiciones mínimas, con el empleo de la técnica adecuada para cada ocasión y teniendo en cuenta que durante su realización se respeten determinados principios:

• privacidad e iluminación adecuadas;

• colocar el cuerpo o resto sobre la mesa de autopsia o su equivalente;

• disposición de agua, preferentemente fluida y abundante;

• buena ventilación natural o, en su defecto, extractores o ventiladores (no se recomienda el uso de acondicionadores de aire dada la toxicidad de los gases emitidos por la utilización de sustancias para la conservación, en especial cuando se utilice formol);

• piso y paredes lisas y pulidas, que faciliten la limpieza y la higiene, o, en condiciones de campaña, mantener una limpieza permanente del área, aunque sea con piso de tierra, y

• que haya un correcto control y destino de los líquidos y del material biológi co corporal extraído.


Técnicas de embalsamamiento en cadáveres no autopsiados

Aunque cualquiera de estas técnicas que a continuación describiremos pudieran por sí solas ser motivo de un curso especial con el entrenamiento necesario para lograr las habilidades que se requieren, a manera de resumen general podemos decir lo siguiente. El cadáver debe ser colocado en decúbito supino, con las extremidades en posición anatómica. Luego, se practica una incisión en la cara anterior e interna del brazo izquierdo; se separan las masas musculares hasta localizar la arteria braquial; se pasa por debajo de la misma una ligadura y se coloca otra a 5 cm de la anterior; se practica una incisión transversal en la arteria; se introduce el trócar en dirección distal (hacia abajo) y se aprieta la ligadura superior; luego se suelta ésta, se cambia el trócar de dirección y se aprieta la ligadura de forma definitiva; una vez se termine de pasar la sustancia para la conservación, se sutura la incisión.

En la cavidad craneana se puede inyectar la solución a través de las arterias carótidas o abordar la cavidad con un trócar, que se puede introducir por las fosas nasales a través de la lámina cribosa del hueso etmoides.

Técnica de embalsamamiento en cadáveres fragmentados

La fragmentación de los cadáveres puede ser muy grande como en los desastres de aviación, en los cuales se suma que los fragmentos del cadáver están muy dañados, con rotura extensa de los vasos sanguíneos y del resto de los tejidos. En esos casos, lo primero que se debe hacer es tratar de reconstruir dichos fragmentos mediante suturas, muy especialmente de los grandes vasos dañados y, posteriormente, se procede a la inyección de la sustancia para la conservación.

En la práctica se puede encontrar fragmentación de los cuerpos en los que existen daños importantes de los tejidos por aplastamiento, incluso por las mismas quemaduras y la acción de otros agentes; en estos casos se puede intentar lograr la preparación buscando alternativas, sobre todo cuando es necesario el traslado de estos cadáveres y cumplir con todo el rigor que la legislación sanitaria establece. Para ello se propone la conservación de las partes fragmentadas con sustancias para la conservación que sean sólidas, en lugar de las líquidas clásicamente empleadas; en particular, se recomienda el empleo de polvos, como el hidróxido de calcio (cal), la zeolita y el formol en polvo, entre otros, los que se adhieren a la superficie de los fragmentos y se colocan también en el interior de las cavidades, en las pequeñas hendiduras o desgarros existentes y, en general, donde sea posible. Todo esto va seguido de la envoltura o colocación de dichos fragmentos en bolsas plásticas, las que posteriormente son selladas con cinta adhesiva, muy apretada, sobre su superficie. Con esto se consigue un cierto grado de hermeticidad que impide generalmente el derramamiento posterior de líquido o secreciones hacia el exterior durante la manipulación de los fragmentos, lo que hace que se conserve bastante la higiene durante su manipulación e, incluso, se limitan los malos olores que pueden acompañar dicha manipulación.

Técnica de embalsamamiento de cadáveres de recién nacidos y fetos

Cuando se trate de un feto, se recomienda la inyección de la sustancia para la conservación a través de la vena umbilical; se localiza la vena en el cordón umbilical y se introduce por gravedad o mediante un equipo que impulse a presión el líquido conservador en un volumen de aproximadamente 1 litro aproximadamente.

En un recién nacido, la técnica empleada recomendada es similar a la usada en el feto. Sin embargo, puede recomendarse una técnica similar a la de los adultos, o sea, a través de la arteria braquial, axilar o femoral, entre otras, y con el relleno de las cavidades con material embebido en la sustancia para la conservación, solamente con diferencias en cuanto al volumen de líquido conservador según la superficie corporal; en términos generales, se emplean entre 1 y 2 litros.

Técnica para la conservación transitoria del cadáver

La conservación transitoria del cadáver puede realizarse, al igual que el embalsamamiento, en casos en que se haya practicado o no la autopsia. Cuando no se ha practicado la autopsia, se utiliza la vía arterial con la misma técnica que en el embalsamamiento, con la diferencia de que la sustancia que se utilice tiene menor concentración de formol y se emplea un volumen mucho menor, que puede oscilar entre 2 y 3 litros para cadáveres de adultos.

Cuando se haya practicado la autopsia, después de haber rellenado las cavidades, la conservación transitoria se logra con éxito embebiendo el material de relleno con la sustancia líquida conservadora o también colocando los polvos o sustancias sólidas conservadoras como parte del material de relleno.

Técnica para la preparación del cadáver

La preparación del cadáver consiste en las maniobras que se realizan sobre éste o sus restos con el objetivo de reducir al mínimo los efectos de la putrefacción ya iniciada e inhibir en lo posible su continuación.

Se basa, de forma general, en las mismas técnicas que se realizan para el embalsamamiento, aunque previo a éstas se realizan maniobras de expulsión de gases o eliminación del putrílago si fuese necesario. En ocasiones, esto puede conllevar a una reducción esquelética forzada o mecánica, la cual provoca la eliminación de la masa bituminosa propia del putrílago hasta dejar los restos en fase esquelética casi total, a pesar de que siempre algún material bituminoso puede quedar adherido a la superficie de la osamenta, especialmente el articular.

La expulsión de los gases puede lograrse por punción selectiva en las zonas comprometidas, sobre todo a nivel del periné, en las bolsas escrotales masculinas y los pliegues mamarios femeninos, entre otros sitios. En la cara puede lograrse un cierto escape de los gases con disminución del abotagamiento facial, haciendo incisiones en la cara interna de las mejillas y presionando con una gasa sobre las mismas, para intentar darles salida.

En estos casos, es muy recomendable el empleo de la técnica de colocación en bolsas plásticas con sustancias conservadoras o antisépticas, envolviéndolo con cinta adhesiva plástica bien apretada, tal y como se describió ya para el caso de los cadáveres fragmentados.

Se puede llevar a cabo otra gran variedad de maniobras, según el caso en cuestión, lo que se puede consultar en los textos especializados sobre el particular.

Compostura facial y otras maniobras estéticas en las víctimas de desastres

Los daños provocados en los desastres son inimaginables y, por lo tanto, muy variados; de ahí que intentar definir las acciones para cada uno de los casos resulta imposible, por lo que sólo mencionaremos algunas de las situaciones más frecuentes que pueden requerir nuestra participación.

Entre las acciones fundamentales que se deben realizar está la sutura de cada una de las heridas o incisiones practicadas, lo que hoy en día también puede hacerse empleando pegamentos o adhesivos de gran potencia existentes en el mercado que logran un secado instantáneo.

Para tratar de recomponer al máximo el rostro pueden emplearse las llamadas técnicas especiales de reconstrucción facial. Por sólo citar algunas de ellas, para dar a los globos oculares parte de los caracteres que se han perdido, casi siempre debido a traumas, se aplican sobre ellos compresas húmedas con agua durante 30 minutos a 1 hora y luego se inyecta glicerina en la cámara posterior de los mismos, o en última instancia solución salina fisiológica, con lo cual retoman su aspecto globular. Cuando los globos oculares han perdido totalmente sus características, hay que acudir a la utilización de prótesis o, al menos, rellenos de dichas órbitas, sobre todo si se requiere la preparación del cadáver con vistas a una diligencia de presentación para reconocimiento con fines de identificación. En estos y otros casos, los párpados pueden fijarse mediante puntos de sutura a su parte superior e inferior, como también la boca se puede cerrar mediante suturas en los labios por su cara interna.

Como ya se señaló anteriormente, teniendo en cuenta que puede existir abotagamiento facial debido a la presencia de los gases de putrefacción, se pueden hacer incisiones en la cara interna de las mejillas y con una gasa presionar sobre las mismas, para intentar dar salida a los gases y, de esta forma, recuperar el aspecto normal de las características faciales.

La colocación de cosméticos, prótesis, pelucas y otras sustancias o materiales que favorezcan la estética, sobre todo facial, debe ser adecuada a las características del caso en cuestión, lo que debe tener en cuenta la edad, el sexo, la raza y otros factores más, propios del sujeto, el país y las costumbres en general.

Sustancias para la conservación

Muchos son los productos para la conservación aconsejados por los diversos autores. En los tiempos más remotos, los egipcios, los árabes y los chinos utilizaban bálsamos y resinas (natrón, mirra y betún), las que fueron sustituyéndose a través del tiempo por alcohol, glicerina, arsénico blanco, cloruro de sodio, nitrato potásico y cloruro de zinc, entre otros.

Muchos recomiendan que los líquidos para inyección cadavérica deben estar compuestos de una solución básica de formol al 40% más ácido fénico, mientras que otros utilizan la mezcla de formol con alcohol y glicerina (por cada litro de solución de formol se utiliza medio litro de alcohol).

La mayoría de los autores recomiendan el empleo de soluciones de formol, comenzando con concentraciones al 10%, junto con glicerina; en caso no disponer de formol se puede utilizar cloruro de zinc al 20% en alcohol o glicerina.

Una fórmula que ha sido muy recomendada tiene los siguientes componentes:

• formol al 30%, 300 ml,
• etanol de 80 grados, 700 ml,
• ácido acético glacial, 5 ml, y
• fenol, 20 g.


Se inyecta en una cantidad aproximada al volumen sanguíneo que la persona debió tener en vida.

Inmersión en líquidos

Si bien no es una forma como tal de conservación de los cuerpos, excepto en las salas de anatomía de la mayoría de las escuelas de medicina, es una opción que se debe tener en cuenta cuando resulta evidente la demora de la inhumación por razones técnicas o de otra índole.

Es bien conocido que el proceso de putrefacción se retarda cuando los cuerpos están sumergidos, con relación a los cuerpos al aire libre. Esa es la razón de que pueda utilizarse esta alternativa para someter los cuerpos a la inmersión de forma transitoria, en estanques, piscinas u otros recipientes, cuando no existe otra posibilidad de conservación transitoria de los mismos.

Existen diversos métodos para lograr este fin entre los que se encuentra la técnica de Lecha Marzo y el método de la parafinización. 

El embalsamamiento es una tecnica que se ha empleado desde la Antiguedad y por un gran n˙mero de civilizaciones: egipcios, judÌos, incas y guanches son las civilizaciones mas conocidas que han tenido gran practica en estas tecnicas.


En la actualidad el embalsamamiento se hace por razones piadosas, a petición de familiares y por imperativo legal.


Existen otras técnicas para la conservación del cadaver: 
Conservación transitoria y embalsamamiento.


 Método de conservación transitoria.

1. Mediante sustancias liquidas. Se inyectan con trocar grueso en cavidades (craneo, torax y abdomen) y masas musculares. La formula es la siguiente:

  2 litros de formol al 50%
  5 litros de agua

2. Mediante sustancias secas. El cad·ver se coloca sobre una capa de serrin mezclado con sulfato de cinc que se riega con una soluciÛn de formol. 

La formula tipo es:

 6 kg de sulfato de cinc
 9 kg de serrÌn de madera
 2 kg de una soluciÛn de formol al 40%

Metodo de conservación definitiva. Embalsamamiento

Basicamente consiste en una inyección intraarterial generalizada de un lÌquido fijador y conservador que drena la sangre venosa, complementada con el tratamiento simultaneo de grandes cavidades con el mismo lÌquido conservador.

Desde el punto de vista de soluciones conservantes autorizadas, las que figuran en la Orden Ministerial, de 2 de diciembre de 1945, son de 2 tipos:

 2 litros de formol solución comercial
3 litros de alcohol etilíco
5 litros de agua destilada
2. 330 gramos de cloruro de cinc cristalizado
5 litros de agua destilada
En la actualidad existen diferentes formulas,algunas de ellas patentadas que 
se emplean en el embalsamamiento.

 Conservación con fines docentes.

En las facultades de medicina se conservan cadaveres para la enseñanza por las catedras de anatomia, las cuales reciben las donaciones en un documento firmado por el donante o sus derechohabientes con la asistencia de 2 testigos. 

(Te puede interesar:

https://elmanualdelforense.blogspot.com/2020/08/la-preservacion-de-cadaveres-largo.html?m=1 )

 Refrigeración

Se usa en cadaveres que necesitan conservarse para autopsia, para identificación o bien por deseo de la familia. Este proceso se lleva a cabo en camaras especiales que mantienen la temperatura entre 0-4 ºC.
El embalsamiento se puede realizar a pedido de familiares o bien por disposiciones legales que así lo disponen. 


La refrigeración se emplea con el fin de retrasar un cierto tiempo la instalación de los fenómenos putrefactivos. Se realiza en cámaras donde puede regularse la temperatura entre 0 y 20 grados bajo cero. Se realiza en el ámbito hospitalario y forense cuando debe retrasarse la remisión del cadáver para su inhumación en el primer caso y cuando no es posible realizar la autopsia médico-legal por algún impedimento médico o judicial. 

Los límites de la temperatura mencionados impiden la iniciación de la putrefacción y el congelamiento permitiendo la resolución en un plazo prudencial de las situaciones planteadas. Es interesante destacar que por este procedimiento las livideces adquieren un color rojizo y no es posible realizar el cronotanatodiagnóstico a partir de la estimación de la temperatura y de los fenómenos autolíticos y putrefactivos. 

Patito,A,J.(2000).Medicinal legal. Argentina:Ediciones centro norte.


Serie Manuales y Guías sobre Desastres, No. 5 - Manejo de Cadáveres en Situaciones de Desastre (OPS; 2004; 207 paginas) (recuperado de  http://helid.digicollection.org/en/d/Js8244s/5.8.3.html)




domingo, 2 de agosto de 2020

Los ahorcados Francisco Goitia


Francisco Goitia García nació en el estado de Zacatecas el 4 de octubre de 1882. Sus padres fueron Francisco Bollaín y Goitia y Andrea Altamira, quien falleció luego de dar a luz a Francisco. En consecuencia, el pintor fue criado por Eduarda Velázquez, quien era la mujer encargada de amamantarlo.

En muchas ocasiones Goitia afirmó que su niñez fue tranquila y agradable, ya que su infancia se desarrolló entre la flora y fauna de la Hacienda de Bañón. Por lo tanto, se puede establecer que Goitia creció en contacto directo con la naturaleza, lo que posteriormente influenciaría en su inclinación por retratar los paisajes mexicanos.

Realizó su educación primaria en Fresnillo. Luego de esto, su padre decidió llevarlo a la Hacienda de Ábrego con el objetivo de que el joven realizara labores de escritorio. Aunque a Goitia no le gustó mucho este trabajo, tuvo la oportunidad de leer varios libros importantes.

Por ejemplo, durante este período se instruyó sobre la guerra franco-prusiana, lo que le hizo interesarse por las labores militares. También conoció algunos grandes clásicos de la literatura universal como Los Miserables (Víctor Hugo), Los tres mosqueteros (Alejandro Dumas) y Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes); todo esto influenció en su desarrollo artístico.


Sin embargo su padre tenía otros intereses para él, concretamente enviarlo a Ciudad de México para que se formara en la carrera militar. No obstante, el doctor Carranza, amigo de su padre, le aconsejó que no enviara al joven a la academia militar, ya que Goitia tenía destrezas intelectuales que podían sobresalir en la disciplina de las artes plásticas.

Por consiguiente, el joven artista se dirigió a la capital con el objetivo de estudiar en la Academia de San Carlos. En esta institución recibió clases de notables artistas mexicanos como Julio Ruelas Suárez, José María Velasco Gómez-Obregón y Germán Gedovius.

Viaje al viejo continente

En 1904, Francisco Goitia con ayuda de su padre consiguió emprender un viaje a España, específicamente a Barcelona. En esta ciudad asistió a varios talleres y conoció todos los museos. A su vez, durante este periodo recibió clases del artista Francisco Galí y realizó varios dibujos empleando el carboncillo.

De esta época datan algunas de sus obras, como por ejemplo Patio de la Universidad de Barcelona. Pronto sus intereses pictóricos lo llevaron a recibir una beca por parte del ministerio, lo que le permitió realizar algunos estudios en Roma (Italia). En el transcurso de su estadía en Italia conoció la pintura renacentista y la arquitectura grecolatina.

Goitia se formó académicamente durante cuatro años en Europa. Luego tuvo que regresar a su país natal, ya que el militar Porfirio Díaz —en aquel momento presidente de México—, había sido erradicado del poder. Este conflicto político trajo como consecuencia que el pintor perdiera la beca de estudios.


De regreso a la patria

Al regresar a México, Goitia decidió residir un tiempo en Zacatecas. De esta época datan algunos de sus paisajes más famosos como por ejemplo Paisaje de Santa Mónica. Entre 1918 y 1925 decidió trabajar con Manuel Gamio, un antropólogo reconocido. En compañía de Gamio, Goitia realizó dibujos de elementos arqueológicos, lo que lo inspiró a pintar indígenas de forma realista.


Participación en la guerra

Goitia decidió acompañar al general Felipe Ángeles en sus hazañas militares. Sin embargo, el pintor no participó como militar, sino que se encargó de registrar los acontecimientos bélicos a través de su pintura.

En consecuencia, el artista tuvo que presenciar distintas batallas. Sus obras de estos años son un reflejo de la fascinación y el horror que se vive en la guerra. Otra de sus pinturas más importantes data de esta época: Los ahorcados

Para realizar esta pintura, Goitia decidió colgar él mismo a un grupo de cadáveres de los árboles con el objetivo de registrar en sus pinturas la descomposición de los cuerpos. Estos cuerpos eran acompañados por los paisajes mexicanos, lo que ofrecía un contraste notorio entre lo bello y lo grotesco.

Los ahorcados (1914)

Para muchos críticos de arte, esta es una de las obras más interesantes de Francisco Goitia. En la escena retratada se pueden contemplar varios elementos: en un primer plano, se observan los cráneos de unos animales, pertenecientes probablemente al ganado. Luego, se erigen un par de árboles totalmente secos (ninguna hoja y ramas opacas).

De las ramas de estos árboles cuelgan dos cadáveres. Uno de estos está completamente desnudo y se bambolea hacia la derecha, mientras que el otro lleva una camisa harapienta y se bambolea hacia la izquierda. Por encima de estos cuerpos revolotean dos aves de rapiña. Al fondo se vislumbra más paisaje desértico y un cielo azul y sin nubes.

Se unió al ejército revolucionario de Pancho Villa como pintor oficial del general Felipe Ángeles. Años más tarde recordaría: "Fui a todas partes con su ejército, observando. Nunca porté armas porque sabía que mi misión no era matar...". Su trabajo consistía en dar testimonio pictórico de la vida en estos agitados años. Así presenció varias batallas, como la de Zacatecas en 1914.

Los temas de la pintura de Goitia de estos años muestran el horror y la fascinación que le produjo la guerra. El pintor hizo cuadros que muestran paisajes del norte del país pero, sobre todo, la brutalidad y la muerte que veía cotidianamente. Para realizar su serie de cuadros sobre ahorcados, Goitia colgaba de un árbol cadáveres auténticos y observaba su descomposición para después plasmar el dramatismo de su violenta muerte. La desolación de los paisajes de Goitia transmiten el sentimiento que la Revolución produjo en el artista.





Distanciamiento cultural y últimos años

En 1920 conoció a Ignacio Rosete; un hombre familiar que posteriormente le vendió al pintor un terreno. Esta tierra fue empleada por Goitia para construir una choza, donde se dedicó a seguir retratando los desolados paisajes mexicanos.

Durante el resto de su vida, Goitia decidió no pertenecer a la vida tanto intelectual como cultural de México. Falleció el 26 de marzo de 1960 a la edad de 77 años por causa de una neumonía.


González,G. (2019). Francisco Goitia: biografía y obras (recuperado de https://www.google.com/amp/s/www.lifeder.com/francisco-goitia/amp/ ).



Técnica Thiel Sof Fix la preservación de cadáveres.

La preservación de cadáveres a largo plazo representa un reto médico en la actualidad. El embalsamamiento tradicional utiliza concentraciones altas de preservantes, en especial formaldehído (Okada, 2012).

 A partir de numerosos estudios, el formaldehído ha sido relacionado con diversas patologías, tanto agudas (irritación de la piel y conjuntivas,  dificultad respiratoria) como crónicas (dermatitis crónica, opacidad corneal,  alteraciones respiratorias y renales  crónicas). 

Además de las patologías citadas, mención especial merece la relación existente entre el uso prolongado de formaldehído y la aparición de  neoplasias malignas, especialmente hematológicas.

Además de las implicaciones toxicológicas individuales y ambientales, es conocido que la técnica tradicional de preservación a largo plazo endurece los tejidos corporales en forma importante, motivo por el cual se dificulta su  manipulación por parte de estudiantes médicos en Facultades de Medicina y Hospitales de Enseñanza.

A partir de lo anterior cobra importancia la  necesidad de contar con un método de preservación a largo plazo en el que los  tejidos conserven la mayor parte de su consistencia premortem sin disminuir la eficacia preservante.


Los modelos sintéticos de plástico, por ejemplo  de material compuesto, no proveen del realismo  ni de sensación al tacto similar a la del vivo, pero pueden fabricarse en grandes cantidades y usarse múltiples veces, por lo que se aceptan como una primera aproximación de acceso ilimitado, y por tanto relativamente barata para el aprendizaje.

 Hay destrezas o habilidades técnicas que pueden adquirirse en modelos sintéticos de baja fidelidad con el mismo grado de beneficio que el entrenamiento en un programa de alta fidelidad, un ejemplo de esto puede ser la sutura o la eliminación endoscópica de una piedra ureteral, sin embargo, hay otros donde la fidelidad anatómica y del tejido juegan un gran papel y no pueden ser sustituidos.

Los modelos de animales vivos proveen una sensación realista comparable a las de un entorno clínico, pero cuyas estructuras anatómicas no son obviamente las mismas que en seres humanos, además del hecho que los procedimientos deben ser realizados en animales anestesiados (requiriendo de personal entrenado para tal fin) y que finalmente se sacrifican, lo que genera el rechazo de buena parte de la comunidad pública sin menoscabo de las trabas legales en cuanto a legislaciones de cada país y los costos que todo el proceso genera.

Los cadáveres frescos, pese a ser los más usados presentan muchos problemas que limitan su uso, entre ellos, la cinética de la rigidez cadavérica y la putrefacción que solo permite usarlos por un periodo de tiempo muy corto, aumentando el riesgo de exposición a agentes microbianos como virus o bacterias.
 
Para acortar la brecha entre la muerte y el uso técnico de cadáveres en entornos educativos, en especial en el área del entrenamiento quirúrgico, es necesario preservarlos teniendo en cuenta que la elección en el método de conservación afecta en gran medida su uso futuro; se considera que la preservación es apropiada cuando el cadáver se mantiene a salvo de daños, 
destrucción o descomposiciones. Esto se consigue tratando el cadáver con productos químicos especiales, es decir, embalsamándolos, proceso que tiene como objetivo preservar y desinfectar el cuerpo humano indefinidamente.

Durante muchos años uno de los productos químicos más importantes utilizados para este propósito ha sido el formaldehído, basado principalmente en la formalina. Con la expansión de las necesidades de entrenamiento quirúrgico, se observó que este tipo de preservación carecía de cualidades para el manejo adecuado debido a los cambios significativos que presenta en la fuerza, color, fragilidad de los órganos y tejidos, es decien los cadáveres preservados mediante formaldehído, la anatomía es real pero la sensación al tacto y la recreación de la cirugía no lo es debido a la rigidez del cadáver.

Un aspecto importante a considerar en la práctica de conservación y disección de cadáveres es el efecto nocivo del formaldehído sobre la salud humana. Actualmente existen normas que regulan su uso y manejo en la mayoría de los países y desde el año 2006 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) lo clasifica como cancerígeno para seres humanos.

Por todo esto, los cuerpos embalsamados tienen la ventaja de llevar un riesgo mínimo de infección y ser adecuados para un uso prolongado. 

Los procedimientos se hacen normalmente en un cuerpo completo, proporcionando una experiencia realista. Sin embargo, dependiendo del tipo de embalsamamiento, pueden ocurrir cambios en lamovilidad, el color, separación de los planos o la dureza y manejo del tejido.

Gracias a las técnicas de embalsamamiento, el uso de cadáveres está en aumento, ya que no sólo se han empleado clásicamente en el aprendizaje de la anatomía sino que también juegan un papel importante como modelo quirúrgico en situaciones en las que no resulte factible, legal o ético trabajar directamente con pacientes. Son ampliamente utilizados para el entrenamiento en especialidades quirúrgicas con la ventaja de que permiten a los cirujanos cometer errores o probar nuevos enfoques y/o abordajes técnicos. 

También los cadáveres contribuyen al desarrollo preclínico de los instrumentos y procedimientos utilizados en la cirugía, permitiendo a los equipos de diseño probar nuevos dispositivos o técnicas e identificar áreas de mejora en las primeras etapas de desarrollo del producto. Los ingenieros y diseñadores de productos tienen la oportunidad de probar sus productos de una manera práctica, algo que no es posible con un paciente real.


El método Thiel Soft-Fix, también denominado “Método del Cadáver Blando” es una técnica de embalsamamiento originalmente propuesta por el anatomista austríaco Walter Thiel (Instituto de Anatomía de Graz, Austria) (Thiel, 1992). Quien desde principios de los años 60 intentó buscar una alternativa en la conservación de cadáveres que no resultase tóxica ni carcinógena como el formol, y adicionalmente permitiera que los cuerpos mantuvieran la flexibilidad y apariencia de un cuerpo vivo. tras varios años de perfeccionamiento, la publicación original fue realizada en una revista en Idioma alemán, motivo por el cual no fue del conocimiento general en un principio. 

10 años después se publicó un segundo artículo, en idioma inglés, que ha motivado que en diversos centros alrededor del mundo se haya comenzado a implementar esta técnica.

La técnica de Walter Thiel, conocida como Thiel Soft ha ido ganando popularidad en el  el añmundo.En el 2011 se realizó un estudio en el que observaron que esta técnica es conocida en el 53% de los departamentos de anatomía, disección y ciencias forenses en el mundo, aunque su uso rutinario como método de embalsamamiento sólo se realiza en el 10% de los centros incluidos. Su principal uso se encuentra en Europa, aunque en años recientes ha comenzado a usarse en otros.

Durante los primeros años, luego de su publicación, fueron pocos los centros anatómicos que comenzaron a usarla, especialmente germanoparlantes, debido en parte a la pobre difusión de esta técnica (publicada inicialmente en alemán), sus altos costos (aproximadamente 300 £, en comparación con unos 30 £ utilizando un método más clásico, basado en formaldehído) y las adaptaciones infraestructurales que deben realizarse en el departamento anatómico para llevarla a cabo, hace evidente que se necesiten recursos financieros considerables para permitir su uso rutinario especialmente en países en vía de desarrollo.

Este embalsamamiento ha sido diseñado y refinado en las últimas tres décadas, se trata de un fluido a base de agua, glicol, varias sales y cantidades muy bajas de formaldehído volátil y formalina para efectuar la fijación del tejido. Toda la mezcla a base de agua consiste en monopropilenglicol, nitrato de amonio, nitrato de potasio, sulfito de sodio, ácido bórico, clorocresol, formalina, y, en el caso de los fluidos de perfusión, también alcohol y morfolina. 

La técnica de Walter Thiel, conocida como Thiel Soft ha ido ganando popularidad en el mundo.En el año 2011 se realizó un estudio en el que observaron que esta técnica es conocida en el 53% de los departamentos de anatomía, disección y ciencias forenses en el mundo, aunque su uso rutinario como método de embalsamamiento sólo se eealiza en el 10% de los centros incluidos. Su principal uso se encuentra en Europa, aunque en años recientes ha comenzado a usarse en otros países, como la India, Tailanda, Japón y Argentina.

FUNDAMENTO CIENTÍFICO
El embalsamamiento moderno utiliza diversos preservantes, pero el másfrecuente es el formaldehído; aunque en la actualidad se utilizan surfactantes y modificadores para mejorar el resultado cosmético de dicha técnica, cuando los cadáveres requieren ser embalsamados por periodos prolongados, se requieren altas concentraciones de formaldehído.

Como consecuencia, los tejidos se deshidratan, se endurecen y cambian su color y aspecto general, 
dificultando su uso en prácticas de Anatomía, Cirugía y Técnicas Intervencionistas. 

La alta concentración de componentes salinos en la solución causa una desnaturalización de las proteínas, cuya precipitación conduce a una homogeneización del tejido, manteniéndose la textura fisiológica del mismo. Las bajas cantidades de formaldehído hacen que los cadáveres con esta técnica aporten seguridad para trabajar en ellos, además de ventajas contrastadas con otras técnicas de embalsamamiento.

La técnica Thiel Sof Fix utiliza preservantes distintos al formaldehído (de hecho, aunque lo contiene, su concentración es muy baja). Es una técnica diseñada para que los tejidos, especialmente el muscular y tegumentario, conserven la mayor parte de su textura y tonicidad premortem. En un estudio realizado en tejido muscular y conectivo se observó que en las muestras tomadas de cadáveres embalsamados con la técnica Thiel Soft Fix, el tejido muscular presentó degradación focal y pérdida de la distribución de las fibras, a diferencia de cadáveres no embalsamados o cadáveres embalsamados con formaldehído; esta observación hace pensar que los cambios musculares y conectivos pudieran explicar la 
consistencia blanda observada en la técnica Thiel Soft Fix.



Embalsamiento Inicial. 

El primer paso del proceso de embalsamamiento según Thiel es la perfusión, que tiene lugar poco después de la llegada del cadáver al departamento de anatomía. 

Dos líquidos se infunden simultáneamente, uno arterial (normalmente a través de la arteria femoral o braquial) y uno venoso (normalmente a través del seno sagital superior o la vena braquial). Después de esto, los cuerpos se sumergen en un tanque con el líquido de embalsamar durante al menos 4-6 meses.

Posterior al lavado y drenaje de todo el árbol vascular, para eliminar coágulos y cualquier otro factor que disminuya la circulación del líquido, se introduce por vía cervical (arteria carótida interna o carótida común) la solución de Inyección, la cual se obtiene combinando la Solución A y la solución B (propuestas por Thiel) y agregando 300 ml de formol y 700 g de sulfito de sodio, para un volumen total de 15.7 litros. La Solución A contiene 3% de ácido bórico, 30% de etilenglicol, 20% de nitrato de amonio, 5% de nitrato de potasio y 42% de agua para un volumen total usual de 14-15 litros. La solución B contiene 10% de etilenglicol y 1% de 4-cloro-3-metilfenol para un volumen total de 500 ml. Esta misma mezcla se introduce al cuerpo por vía oral y rectal para intentar incorporarlo al tubo digestivo y árbol respiratorio.

Inmersión

Una vez que se incorporó al cadáver la solución de inyección, se coloca en una pileta o tina, que contiene la denominada Solución de Inmersión. Esta solución contiene 10% de etilenglicol, 2% de formol, 2% de la solución B de Thiel, 3% de ácido bórico, 10% de nitrato de amonio, 5% de nitrato de potasio, 7% de sulfito de sodio y 65% de agua, para un volumen total que dependerá del tamaño de la pileta, pero suficiente para sumergir al cuerpo en su totalidad. El tiempo total de inmersión recomendado es de 30 días, lo cual permite que conserve sus características aún después de su uso repetido.


Una vez pasado este periodo, el cuerpo se extrae de la pileta y se coloca en una bolsa con cierre hermético; si con el tiempo se observan signos de deshidratación, puede volver a sumergirse el cadáver en la misma pileta, por un periodo de 5-7 días.

 También se ha usado esta mezcla para revivir especímenes completos o parciales fijados con formaldehído, proporciouna alternativa adecuada para institutos que no pueden permitirse todo el proceso completo.


El método de embalsamamiento de Thiel preserva durante mucho más tiempo el cadáver con una fidelidad del color, textura, plasticidad y flexibilidad musculoarticular similares a la del espécimen en fresco pero sin la variedad de problemas que incluyen la necesidad de tener congeladores para su almacenamiento y un tiempo de trabajo limitado a escasas horas debido a la rápida putrefacción luego de la descongelación y el riesgo infeccioso que esto conlleva, la explicación de la fidelidad de estas 
características pudiera ser debido a la integridad de la estructura de colágeno que preserva las fibras musculares y tendinosas.

La idoneidad de los cadáveres puede mejorarse 
mediante la inyección de silicona de color (m-
polímero) en las grandes arterias, venas, o ambos. 

La perfusión entra en los vasos pequeños, incluso hasta 1 mm de diámetro, dependiendo de la presión, volumen de inyección y fluidez de la solución de silicona, lo que permite identificar e investigar la irrigación sanguínea de ciertas regiones corporales. 

Los cadáveres pueden retenerse durante muchos años sin necesidad de refrigeración, con poco mantenimiento, sin representar mayores riesgos para la salud de quienes los manipulan y pudiendo permanecer sellados en bolsas de plástico para cadáveres o sumergidos sin la emanación de gases nocivos o irritantes.

Los cadáveres embalsamados con el método Thiel no tienen olor detectable, pero sí una flexibilidad real de las partes del cuerpo,excelente preservación del color del músculo, vísceras y vasculatura, además de propiedades superiores de conservación antimicrobiana y antifúngica que permiten incluso de forma segura diseccionar sin guantes, por lo que han demostrado ser adecuados no sólo para el conocimiento anatómico sino también para el aprendizaje de una amplia gama de procedimientos quirúrgicos.

 En general, alguna de las principales desventajas que se describen en el uso de este método corresponde a factores intrínsecos propios del donante ante cualquier método de preservación, como serían su edad promedio o condiciones médicas asociadas, que conllevan alteraciones anatómicas o dificultades técnicas. 


La preservación del cerebro es limitada, e implica una manipulación muy frágil aunque presenta su estructura bien conservada en los estudios de resonancia magnética. El cartílago se suaviza con el tiempo y el músculo liso, como en el útero, puede ser bastante suave. La vasculatura con esta técnica de conservación se aplana, pudiendo ser rellenada con material más resistente para evitar su colapso. 

Así mismo, pudieran presentar problemas con algunas formas de equipos electroquirúrgicos debido a la conductividad de los fluidos de embalsamamiento, o ser inadecuada para investigaciones histológicas.


Los cadáveres preservados por medio del método de Thiel Soft-Fix han sido utilizados en diversas áreas del campo médico intervencionista. En lo general, su consistencia blanda ha permitido que los estudiantes de Medicina y Cirugía puedan realizar prácticas de disección en condiciones muy similares a las que presentarían en un cadáver vivo. De hecho, se han realizado estudios en los que se valora la experiencia subjetiva de estudiantes de Medicina utilizando el cadáver preservado con el método de Thiel Soft-Fix.

Los cadáveres preservados con esta técnica han sido utilizados en la práctica y valoración de estudios de diagnóstico intervencionista, como por ejemplo la endoscopía de tracto urinario y resonancia magnética. También se ha utilizado en la práctica de procedimientos quirúrgicos o invasivos como por ejemplo el transplante renal, laparoscopía abdominal, cirugía de tiroides,procedimientos urológicos, cirugía oral, microcirugía vascular, nefrectomía e intubación orotraqueal. 
Finalmente se han utilizado en diversos estudios de fisiología tisular, como por ejemplo estudios 
biomecánicos del tejido tendinoso, estudios de la mecánica acústica del oído medio y determinación de las propiedad mecánicas del hueso cortical. Es evidente que con el aumento del conocimiento mundial acerca de esta técnica, serán cada vez más numerosas las aplicaciones diagnósticas y quirúrgicas.

Estudio de caso 

MÉTODO DE WALTHER THIEL PARA LA PRESERVACIÓNDE CADÁVERES CON MANTENIMIENTO DE LAS  PRINCIPALES PROPIEDADES FÍSICAS DEL VIVO.


Se aplicó, en Noviembre 2008, la técnica de Walther Thiel en uncadáver descongelado, adulto, caucásico, de sexo masculino.

Primero se llevó a cabo un lavado profuso con agua tibia corrientede todo el árbol vascular y sus cavidades. Se le administró la solución descrita por Thiel, por vía intravascular (por arterias Carótida y Femoral) incorporando esta misma mezcla por vía de los tractos aéreos, esófago-gástrico y colónico. Se preparan las soluciones A (tabla 1) y B (tabla 2), que  luegose combinan para obtener la solución de inyección (tabla 3), Una vez incorporada en el cadáver la solución de inyección en forma completa, se procede a colocar el cuerpo en una pileta que contiene la tercera mezcla propuesta por el citado autor,correspondiente a la solución de inmersión. 

 El tiempo de inmersión en esta solución es de 30 días.Pasado el período establecido a la inmersión, el cadáver se extrae de la pileta y se conserva simplemente en una bolsa de plástico  con cierre de cremallera. Se debe realizar la inmersión periódica del cadáver solo para mantener la humedad de los tejidos, cuando aparezcan signos de desecación de los mismos.

 Las inmersiones periódicas tienen una duración de 7 días aproximadamente.En el caso presentado en este trabajo, los miembros superiores fueron inyectados vía subclavia con látex neoprene consiguiendo una repleción hasta el territorio digital altamente satisfactoria.


Para comprobar la eficacia del método se realizaron disecciones, laparoscopías y artroscopías las que demostraron la bondad del procedimiento para la conservación que presentamos,  manteniendolas estructuras las características anatómicas de elasticidad y contraste equivalentes a un preparado en fresco y muy cerca de lo hallable en el vivo.



El cadáver lleva 37 meses en perfecto estado de conservación. Los tejidos y órganos mantienen su color, flexibilidad y plasticidad.




La movilidad articular pasiva es completa y no hay rigidez alguna. El relleno vascular con látex se  realizasin dificultad y llega hasta los más pequeños vasos, como en el cadáver fresco.


Las maniobras laparoscópicas, artroscópicas, exploratorias y quirúrgicas se realizan con la misma facilidad que en el sujeto cadavérico fresco.

Los componentes de la fórmula, utilizados en esta técnica,  aseguran la fijación, por el cloro metilefenol y las sales complementarias; desinfección, gracias al ácido bórico y conservación y preservación a merced de la presencia del etilenglicol.



DISCUSIÓN.


Este método ofrece varias ventajas:
a) la duración de la conservación, que puede ser de años, con poco mantenimiento;

b) el almacenamiento, que no requiere de piletas con líquidos, sino que se realiza en bolsas de plástico, con el cadáver entero y con el consiguiente ahorro de espacio;

c) la conservación de las propiedades físicas (color, flexibilidad,plasticidad) originales;

d) la escasa o nula emisión de vapores nocivos o irritantes;  

e) posibilidad de realizar repleciones arteriales y canaliculares para investigación y mostración anatómica. 

CONCLUSIONES.

El método de fijación, conservación y preservación de cadáveres “en colores naturales” de Walther Thiel, se basa en 3 procesos:Fijación, Desinfección, Conservación/preservación, con soluciones que contienen 4cloro3metilefenol + varias sales; ácido bórico y etilenglicol como componentes básicos.

Permite una conservación prolongada, manteniendo el color,textura, plasticidad y flexibilidad del espécimen fresco. Su almacenamiento es sencillo y no requiere el uso de piletas.

Pueden inyectarse los vasos y canalículos hasta sus más finas ramas.
Todo esto posibilita su utilización con grandes ventajas sobre el material formolizado, y aún sobre el material fresco por su simplicidad de manejo y prolongada duración. Sus múltiples usos son aplicables en la investigación anatómica; fines docentes en el pregrado y de entrenamiento en técnicas quirúrgicas en el postgrado.

Denis E, Aguirre AA. Rev Mex Med Forense, 2018, 3(2): 91-98.

Revista Argentina de Anatomía Online 2011 (Julio – Agosto - Septiembre), Vol. 2, Nº 3, pp. 71– 100.

Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello 2018; 78: 431-438

sábado, 1 de agosto de 2020

Herida Punzo- cortante

 
Este tipo de heridas son realizadas por instrumentos con punta afi lada y uno o varios bordes cortantes. Pueden poseer bordes romos (generalmente, sólo uno). 
Son las lesiones ocasionadas por instrumentos que tienen punta y por lo menos un borde afilado. Entre los objetos más frecuentes se encuentra el cuchillo de un filo.
Son aquellas en las que la lesión predomina en profundidad pero tienen asimismo una considerable expresión lesional en lo superficie cutánea.
Son lesiones de carácter mixto, es decir producidas por elementos que actúan por deslazamiento, corte o penetración.
Mecanismo.
  •  El agente vulnerante ,que debido a sus características punzantes y cortantes,lesiona seccionando regularmente los tejidos de la piel y demás planos subyacentes 
En este caso, el mecanismo de acción es la combinación de la punción ocasionada por la punta del objeto seguida de manera inmediata del mecanismo de corte producido por el borde afilado
Son producidas por instrumentos "de hoja" dotados de punta aguzada y por lo menos 1 filo y actúan en primer lugar por un mecanismo mixto de presión, penetración, sección cuando son introducidos y en segundo lugar por un mecanismo de deslizamiento que puede haber cuando son retirados. 

Entre los instrumentos punzo-cortantes existen: cuchillos de cocina, navajas de muelle,puñales,soleras hechizas con punta y filo, cuchillos carniceros, cuchillos cebolleros,etc., Cuyas hojas de metal son tolanas, más o menos anchas, con punta y de uno a dos filos. 


Puede existir la herida en forma de V, denominada “alas de golondrina”, que se produce cuando el objeto penetra al cuerpo en una posición y al estar dentro del mismo, la víctima, el agresor o el mismo instrumento se mueven, con lo cual alextraer el arma se modifica su posición provocando otro corte separado apenas del ocasionado al introducirse.
Al igual que en las heridas por mecanismo punzante, se puede observar el efecto “acordeón”. Los objetos productores son cuchillos, navajas tipo 007, bayonetas,tijeras, fragmentos de vidrio




Las heridas causadas por estos instrumentos provocan un orificio de entrada con bordes lineales que confluyen en forma de ángulos agudos en los sitios en donde el instrumento presenta un borde cortante y bordes obtusos con forma de muesca, correspondiente al borde romo (que sólo diseca los tejidos). Se presentaen forma de ojal o “gota de agua”  con labios netos cuando el instrumento tiene sólo un filo. Tienen los bordes habitualmente no contundidos y sin puentes de tejido.  

La observación de los extremos o ángulos denota estos posibilidades básicas:

a) Si la hoja tiene un solo filo (monocortante) producirá un extremo  romo y otro agudo. Si se realiza una herida con un arma bicortante (es decir, con dos fi los), el orifi cio de entrada tendrá dos ángulos agudos, similar a una herida cortante pero más profunda que extensa. Cuando tiene dos filos hay una forma elíptica con dos extremos en punta.



b) si la hoja tiene 2 filos (bicortonte) producirá los 2 extremos agudos.  Las heridas punzocortantes, especialmente las monocortantes (cuchillo), presentan evidencia de la anchura del arma al corresponder con la longitud de la herida, sólo si se penetra de manera perpendicular y se mantiene esta posición al salir. La profundidad de la herida corresponde a la longitud del arma, pero muchas veces el paciente en vida se retrae al sentir la agresión. Por tanto, la profundidad de la herida puede ser mayor a la longitud del instrumento. A este fenómeno se añade la elasticidad de los tejidos, que se retraen después de un ataque.




c) Si ha habido movimiento de la víctima o por manipuleo del arma se producirá una muesca o escotadura en ese extremo por efecto del filo que  generalmente adopta lo forma denominada "en cola de pescado.



Describe un extremo agudo (lugar de contacto con el filo) y un extremo romo (zona de contacto con el lomo del objeto) cuando el objeto es de un filo. Los efectos principales son la sección y el desgarro de los tejidos, en mayor grado en profundidad y en menor grado en superficie, pudiendo predominar uno u otro según la forma de producir la herida pero estando siempre combinados. Si el elemento actúa solamente por el filo producirá una lesión cortante y si lo hace solamente por la punto producirá una lesión punzante. 

 Existe la posibilidad de que el borde romo semeje una cola; este suceso es secundario al desgarro de la piel más allá de la herida. Muchas veces ponen en peligro la vida, al ser una mezcla de heridas profundas punzantes con heridas alargadas cortantes.

Al penetrar sobre el plano de resistencia, originan una herida de mayor longitud que la hanchura de la hoja, debido al deslizamiento de penetración y deslizamiento al sacarla, es decir ,las heridas se manifiestan de tres a diez milímetros más anchas que la hoja del agente punzo-cortante.


En otras ocasiones , las lesiones se ven alteradas o distorsionadas debido a que al manipular el arma se le da torsión a la derecha o a la izquierda cuando el arma ha penetrado y lógicamente que al sacarla forma otra herida generalmente angulada, lo que indica que fue producida por el filo de la hoja. Está maniobra es cierto mi en delincuentes habituales que manejan muy bien. Las armas blancas en  virtud de que buscan causar mayor daño a sus víctimas cuando riñen, luchan o asaltan.



Se debe ser muy cuidadoso al examinar esta clase de lesiones, causadas con manipulación del arma con torsión a la derecha o ala izquierda, en virtud de que se podrían confundir con las lesiones entrecruzadas, que son producto de dos impactos consecutivos exactamente en la misma área de lesión del plano de resistencia. Los instrumentos blancos que las producen son  como uno o dos filos en su hoja y los impactos se pueden producir en forma perpendicular de adelante a atrás, de atrás a adelante, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de arriba abajo o de abajo a arriba.



 Knight añade que el factor de mayor importancia para romper tejidos es el filo en la punta del arma, y que la porción con filo, una vez que atraviesa el tejido, pasa a segundo plano. Esto se demuestra en las pruebas realizadas por Byard y colaboradores, donde se hirió el cuello de cerdos con bolígrafos y cuchillos de plástico; éstos y otros objetos, aparentemente seguros, penetraron el cuello y alcanzaron grandes vasos. Otro dato importante es que el tejido que opone mayor resistencia a las armas es la piel, con excepción de hueso y cartílago calcifi cado. Knight agrega que la piel distendida es más fácil de penetrar que la piel laxa; ejemplo perfecto es la predisposición de la piel del tórax a ser fácilmente perforada. Luego que el arma entra a la piel, la resistencia de los tejidos disminuye drásticamente, y puede manipularse, girar y cambiar de dirección al aplicar poca fuerza
Nunca se debe olvidar que los cuerpos no se encuentran en posición anatómica, como maniquíes, en la zona del ataque. Recordemos que en una riña el atacante quiere lastimar a la víctima, y ésta se resiste a ser dañada. Esa acción permite armar una dinámica del ataque, por ello heridas no tan obvias en la mesa de exploración tendrán sentido una vez que se imagina una situación de pelea de vida o muerte.

Uno de los puntos medicolegales más importantes y discutidos es el tiempo de las heridas. Takamiya y colaboradores investigaron la expresión de factor de crecimiento básico de fi broblastos (bFGF) y el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) mediante métodos inmunohistoquímicos durante el proceso curativo de las heridas en piel. El bFGF se detectó en el núcleo de células epidérmicas y fi broblastos en las fases tempranas (30 a 60 minutos) y en fases de entre 24 y 144 horas. 
El VEGF se detectó en el citoplasma de las células epidérmicas en las fases tardías. 

La inmunorreactividad fue bien preservada en los fi broblastos. Se concluyó que éstos pueden ser utilizados en la determinación del tiempo de las heridas. Otros autores informan el incremento de ATPasas, esterasas, aminopeptidasas y fosfatasa alcalina en la fase temprana de la curación de las heridas. Psaroudakis y colaboradores investigaron la presencia de esterasas en heridas vitales contra heridas postmortem. 

Raekalio describe dos zonas dentro de la herida: primero, la zona central. Ésta carece de actividad, ya que sus vasos y células fueron mecánicamente dañadas y dejarán de trabajar en 1 a 4 horas. Como consecuencia del daño capilar, existe una extrema pérdida de oxígeno, lo cual conlleva una reducción intensa y rápida de pH. Hernández-Cueto describe que estos cambios dan lugar a la activación de enzimas proteolíticas para completar la destrucción del tejido como primer paso de la reacción infl amatoria. La zona periférica, más pequeña y que rodea a la zona central, es donde ocurre la reacción vital positiva. Esta zona presenta incremento en la migración de leucocitos polimorfonucleares, además de fosfatasas y aminopeptidasas. 

Se encontró que las reacciones aparecían una hora postmortem para esterasas, 2 horas para ATPasas y 3.5 horas para fosfatasa alcalina. Estos análisis daban como resultado el diagnóstico oportuno del tiempo de las heridas. Lo Menzo y  Marziano encontraron que a la microscopia fluorescente, las heridas de menos de una hora brillaban con naranja de acridina. 

Maeno y colaboradores describen incrementos en el factor C3, fibrinas e inmunoglobulinas G, A y M en heridas de 10 minutos de antigüedad. Los estudios de la catepsina D realizados por Hernández Cueto aseguran incrementos significativos de esta enzima en los primeros cinco minutos de vitalidad. Cattaneo y colaboradores demostraron vitalidad en hueso seco, al demostrar supervivencia de información histológica similar al tejido recientemente postmortem.


Montiel,S,J. (2000)  Manual de Criminalistica. Mexico,D,F: Editorial Limusa

Patito,A,J.(2000).Medicinal legal. Argentina:Ediciones centro norte.

Takajashi,M,F,E. Susano,P,M. Garcia,D,F. Cardenas,C,J.(2019). Medicina forense. Ciudad de Mexico, Mexico: Editorial El Manual Moderno

Grandini,G,J. Gomez,R,C. Muñiz,G,R. Takajashi,M,F,E. Becerril,G,JA. (2014). Medicina Forense. Mexico, D.F: Editorial El Manual Moderno