sábado, 1 de agosto de 2020

Herida Punzo- cortante

 
Este tipo de heridas son realizadas por instrumentos con punta afi lada y uno o varios bordes cortantes. Pueden poseer bordes romos (generalmente, sólo uno). 
Son las lesiones ocasionadas por instrumentos que tienen punta y por lo menos un borde afilado. Entre los objetos más frecuentes se encuentra el cuchillo de un filo.
Son aquellas en las que la lesión predomina en profundidad pero tienen asimismo una considerable expresión lesional en lo superficie cutánea.
Son lesiones de carácter mixto, es decir producidas por elementos que actúan por deslazamiento, corte o penetración.
Mecanismo.
  •  El agente vulnerante ,que debido a sus características punzantes y cortantes,lesiona seccionando regularmente los tejidos de la piel y demás planos subyacentes 
En este caso, el mecanismo de acción es la combinación de la punción ocasionada por la punta del objeto seguida de manera inmediata del mecanismo de corte producido por el borde afilado
Son producidas por instrumentos "de hoja" dotados de punta aguzada y por lo menos 1 filo y actúan en primer lugar por un mecanismo mixto de presión, penetración, sección cuando son introducidos y en segundo lugar por un mecanismo de deslizamiento que puede haber cuando son retirados. 

Entre los instrumentos punzo-cortantes existen: cuchillos de cocina, navajas de muelle,puñales,soleras hechizas con punta y filo, cuchillos carniceros, cuchillos cebolleros,etc., Cuyas hojas de metal son tolanas, más o menos anchas, con punta y de uno a dos filos. 


Puede existir la herida en forma de V, denominada “alas de golondrina”, que se produce cuando el objeto penetra al cuerpo en una posición y al estar dentro del mismo, la víctima, el agresor o el mismo instrumento se mueven, con lo cual alextraer el arma se modifica su posición provocando otro corte separado apenas del ocasionado al introducirse.
Al igual que en las heridas por mecanismo punzante, se puede observar el efecto “acordeón”. Los objetos productores son cuchillos, navajas tipo 007, bayonetas,tijeras, fragmentos de vidrio




Las heridas causadas por estos instrumentos provocan un orificio de entrada con bordes lineales que confluyen en forma de ángulos agudos en los sitios en donde el instrumento presenta un borde cortante y bordes obtusos con forma de muesca, correspondiente al borde romo (que sólo diseca los tejidos). Se presentaen forma de ojal o “gota de agua”  con labios netos cuando el instrumento tiene sólo un filo. Tienen los bordes habitualmente no contundidos y sin puentes de tejido.  

La observación de los extremos o ángulos denota estos posibilidades básicas:

a) Si la hoja tiene un solo filo (monocortante) producirá un extremo  romo y otro agudo. Si se realiza una herida con un arma bicortante (es decir, con dos fi los), el orifi cio de entrada tendrá dos ángulos agudos, similar a una herida cortante pero más profunda que extensa. Cuando tiene dos filos hay una forma elíptica con dos extremos en punta.



b) si la hoja tiene 2 filos (bicortonte) producirá los 2 extremos agudos.  Las heridas punzocortantes, especialmente las monocortantes (cuchillo), presentan evidencia de la anchura del arma al corresponder con la longitud de la herida, sólo si se penetra de manera perpendicular y se mantiene esta posición al salir. La profundidad de la herida corresponde a la longitud del arma, pero muchas veces el paciente en vida se retrae al sentir la agresión. Por tanto, la profundidad de la herida puede ser mayor a la longitud del instrumento. A este fenómeno se añade la elasticidad de los tejidos, que se retraen después de un ataque.




c) Si ha habido movimiento de la víctima o por manipuleo del arma se producirá una muesca o escotadura en ese extremo por efecto del filo que  generalmente adopta lo forma denominada "en cola de pescado.



Describe un extremo agudo (lugar de contacto con el filo) y un extremo romo (zona de contacto con el lomo del objeto) cuando el objeto es de un filo. Los efectos principales son la sección y el desgarro de los tejidos, en mayor grado en profundidad y en menor grado en superficie, pudiendo predominar uno u otro según la forma de producir la herida pero estando siempre combinados. Si el elemento actúa solamente por el filo producirá una lesión cortante y si lo hace solamente por la punto producirá una lesión punzante. 

 Existe la posibilidad de que el borde romo semeje una cola; este suceso es secundario al desgarro de la piel más allá de la herida. Muchas veces ponen en peligro la vida, al ser una mezcla de heridas profundas punzantes con heridas alargadas cortantes.

Al penetrar sobre el plano de resistencia, originan una herida de mayor longitud que la hanchura de la hoja, debido al deslizamiento de penetración y deslizamiento al sacarla, es decir ,las heridas se manifiestan de tres a diez milímetros más anchas que la hoja del agente punzo-cortante.


En otras ocasiones , las lesiones se ven alteradas o distorsionadas debido a que al manipular el arma se le da torsión a la derecha o a la izquierda cuando el arma ha penetrado y lógicamente que al sacarla forma otra herida generalmente angulada, lo que indica que fue producida por el filo de la hoja. Está maniobra es cierto mi en delincuentes habituales que manejan muy bien. Las armas blancas en  virtud de que buscan causar mayor daño a sus víctimas cuando riñen, luchan o asaltan.



Se debe ser muy cuidadoso al examinar esta clase de lesiones, causadas con manipulación del arma con torsión a la derecha o ala izquierda, en virtud de que se podrían confundir con las lesiones entrecruzadas, que son producto de dos impactos consecutivos exactamente en la misma área de lesión del plano de resistencia. Los instrumentos blancos que las producen son  como uno o dos filos en su hoja y los impactos se pueden producir en forma perpendicular de adelante a atrás, de atrás a adelante, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de arriba abajo o de abajo a arriba.



 Knight añade que el factor de mayor importancia para romper tejidos es el filo en la punta del arma, y que la porción con filo, una vez que atraviesa el tejido, pasa a segundo plano. Esto se demuestra en las pruebas realizadas por Byard y colaboradores, donde se hirió el cuello de cerdos con bolígrafos y cuchillos de plástico; éstos y otros objetos, aparentemente seguros, penetraron el cuello y alcanzaron grandes vasos. Otro dato importante es que el tejido que opone mayor resistencia a las armas es la piel, con excepción de hueso y cartílago calcifi cado. Knight agrega que la piel distendida es más fácil de penetrar que la piel laxa; ejemplo perfecto es la predisposición de la piel del tórax a ser fácilmente perforada. Luego que el arma entra a la piel, la resistencia de los tejidos disminuye drásticamente, y puede manipularse, girar y cambiar de dirección al aplicar poca fuerza
Nunca se debe olvidar que los cuerpos no se encuentran en posición anatómica, como maniquíes, en la zona del ataque. Recordemos que en una riña el atacante quiere lastimar a la víctima, y ésta se resiste a ser dañada. Esa acción permite armar una dinámica del ataque, por ello heridas no tan obvias en la mesa de exploración tendrán sentido una vez que se imagina una situación de pelea de vida o muerte.

Uno de los puntos medicolegales más importantes y discutidos es el tiempo de las heridas. Takamiya y colaboradores investigaron la expresión de factor de crecimiento básico de fi broblastos (bFGF) y el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) mediante métodos inmunohistoquímicos durante el proceso curativo de las heridas en piel. El bFGF se detectó en el núcleo de células epidérmicas y fi broblastos en las fases tempranas (30 a 60 minutos) y en fases de entre 24 y 144 horas. 
El VEGF se detectó en el citoplasma de las células epidérmicas en las fases tardías. 

La inmunorreactividad fue bien preservada en los fi broblastos. Se concluyó que éstos pueden ser utilizados en la determinación del tiempo de las heridas. Otros autores informan el incremento de ATPasas, esterasas, aminopeptidasas y fosfatasa alcalina en la fase temprana de la curación de las heridas. Psaroudakis y colaboradores investigaron la presencia de esterasas en heridas vitales contra heridas postmortem. 

Raekalio describe dos zonas dentro de la herida: primero, la zona central. Ésta carece de actividad, ya que sus vasos y células fueron mecánicamente dañadas y dejarán de trabajar en 1 a 4 horas. Como consecuencia del daño capilar, existe una extrema pérdida de oxígeno, lo cual conlleva una reducción intensa y rápida de pH. Hernández-Cueto describe que estos cambios dan lugar a la activación de enzimas proteolíticas para completar la destrucción del tejido como primer paso de la reacción infl amatoria. La zona periférica, más pequeña y que rodea a la zona central, es donde ocurre la reacción vital positiva. Esta zona presenta incremento en la migración de leucocitos polimorfonucleares, además de fosfatasas y aminopeptidasas. 

Se encontró que las reacciones aparecían una hora postmortem para esterasas, 2 horas para ATPasas y 3.5 horas para fosfatasa alcalina. Estos análisis daban como resultado el diagnóstico oportuno del tiempo de las heridas. Lo Menzo y  Marziano encontraron que a la microscopia fluorescente, las heridas de menos de una hora brillaban con naranja de acridina. 

Maeno y colaboradores describen incrementos en el factor C3, fibrinas e inmunoglobulinas G, A y M en heridas de 10 minutos de antigüedad. Los estudios de la catepsina D realizados por Hernández Cueto aseguran incrementos significativos de esta enzima en los primeros cinco minutos de vitalidad. Cattaneo y colaboradores demostraron vitalidad en hueso seco, al demostrar supervivencia de información histológica similar al tejido recientemente postmortem.


Montiel,S,J. (2000)  Manual de Criminalistica. Mexico,D,F: Editorial Limusa

Patito,A,J.(2000).Medicinal legal. Argentina:Ediciones centro norte.

Takajashi,M,F,E. Susano,P,M. Garcia,D,F. Cardenas,C,J.(2019). Medicina forense. Ciudad de Mexico, Mexico: Editorial El Manual Moderno

Grandini,G,J. Gomez,R,C. Muñiz,G,R. Takajashi,M,F,E. Becerril,G,JA. (2014). Medicina Forense. Mexico, D.F: Editorial El Manual Moderno



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