domingo, 20 de septiembre de 2020

¿Qué tan difícil será embalsamar a un emperador?


A pesar de su origen noble, Maximiliano no era el primogénito por lo que no albergaba muchas esperanzas de obtener el trono austro-húngaro. Sin embargo, aun así recibió una rigurosa educación militar. Además, fue capaz de aprender distintos idiomas como el francés, inglés, polaco e italiano –estos aunados a sus idiomas natales, el alemán y el húngaro.




Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena. Nació el 6 de julio de 1832 en el Palacio de Schönbrunn en Viena, Austria. Sus padres fueron el archiduque Francisco Carlos de Austria y Sofía de Baviera –aunque hay quienes le atribuyen la paternidad a Napoleón II.

Debido a su formación militar, Maximiliano se vio forzado a servir en la Armada. Mientras esto sucedía, en 1852, hizo una parada en Portugal donde conoció a la princesa Amalia. El matrimonio no se concretó debido a que Amalia murió de tuberculosis a principios de 1853. 

en 1854 fue nombrado comandante de la Marina de Guerra Imperial y Real de Austria-Hungría. Pasó el tiempo, y, 3 años después de que Amalia falleciera y gracias a intereses políticos, el rey belga Leopoldo I de Sajonia-Coburgo y Saalfeid, aceptó que su única hija, Carlota Amalia de Bélgica, se casara con Maximiliano.

Finalmente, Maximiliano recibió el cargo de virrey del Reino Lombardo-Véneto. Aun así, para el padre de Carlota no era suficiente.En 1859, después de que Austria perdiera el dominio de Lombardo, Maximiliano perdió su cargo. Pese a las críticas y habladurías, Maximiliano decidió dedicarse al cultivo de actividades humanísticas.

Sin embargo, la tranquilidad de Fernando fue interrumpida de pronto. Napoleón III había invadido a México en 1861 aprovechando que Estados Unidos atravesaba la Guerra de Secesión.

Después de pensar cuidadosamente y quizá influido por la presión de su suegro y de su esposa esto puede apreciarse en la obra Corona de sombra escrita por Rodolfo Usigli, Maximiliano finalmente aceptó la Corona entre 1863 y 1864. Fue así como inicio el Segundo Imperio Mexicano –el primero fue el de Agustín de Iturbide y a la vez el último.

De esta manera, el ya emperador de México, fue apoyado por la élite católica y conservadora mientras el sector popular y liberal estaba del lado de Juárez. Sin embargo, contrario a los intereses de los conservadores, Maximiliano comenzó a realizar una serie de políticas de carácter liberal.  Incluso empezó a promover la libertad de culto y a ratificar las Leyes de Reforma de Juárez.

Poco a poco, Maximiliano perdió el apoyo no solo de la élite mexicana sino del propio Napoleón. Tiempo después, en México estalló una guerra civil en contra del Imperio impuesto. Casi de inmediato, Carlota salió del país con el fin de pedir ayuda en Francia y Roma. No obstante, su objetivo se vio interrumpido por un ataque de locura. Debido a esto, fue recluida en Tervueren, Bélgica.Finalmente, El Segundo Imperio Mexicano cayó en 1867.

Fusilamiento 

El 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo, fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro, al lado de los Generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía, lo que marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano.



Este hecho derivó del conflicto entre imperialistas y republicanos; después de que Maximiliano se enemistara con los conservadores en México y de que Napoleón III retirara sus tropas del territorio del país.

A pesar de que el emperador austriaco pudo abandonar el país, tomó la decisión de quedarse y se dirigió a Querétaro con sus hombres leales para resguardarse de las tropas liberales, que lo siguieron y sitiaron por dos meses.

El General Mariano Escobedo, Comandante del Ejército del Norte, durante el sitio de la plaza, tomó por sorpresa el fuerte de la Cruz, último reducto conservador y persiguió al Emperador Maximiliano y sus Generales hasta el Cerro de las Campanas en donde logro su rendición. Maximiliano y sus Generales fueron hechos prisioneros y sometidos a un Consejo de Guerra efectuado en el Gran Teatro de Iturbide, donde fueron sentenciados a la pena de muerte, por la ley del 25 de enero de 1862, acción realizada el 19 de junio de 1867.

Su fusilamiento provocó controversia. La relevancia histórica de este acontecimiento es la culminación del Segundo Imperio Mexicano y el restablecimiento de la República, después de cinco años de ocupación francesa en territorio mexicano, logrando la restauración de la soberanía nacional y el triunfo mexicano frente a las tropas imperialistas, así como poner fin a la lucha interna causada por las discrepancias para establecer en el país un sistema definitivo.ias en el ámbito nacional e internacional. Muchas personas pidieron el indulto para los acusados, sin embargo, no tuvieron peso a favor durante el juicio, ya que la ejecución se convirtió en un acto simbólico a nivel mundial sobre el respeto a la soberanía y la afirmación del nacionalismo mexicano.

 ¿El altísimo Maximiliano  O el trágico?

El  cuerpo fue recogido a las siete de la mañana con cinco minutos del 19 de junio de 1867. Lo envolvieron en una sábana y lo depositaron en un ataúd corriente. Nadie había reparado hasta entonces en su estatura: sólo hasta que intentaron meterlo en el féretro se descubrió que el emperador era demasiado alto, que sus pies no cabían. Un ataúd de  madera de pino  que, por descuido, nadie tuvo la precaución de que fuera realizado a la medida del condenado. En una macabra escena que pocos pudieron observar, los pies del emperador salían por la parte delantera del cajón, evitando que fuera cerrado en su totalidad.

Por disposición directa del presidente Benito Juárez, la cual fue telegrafiada al general Mariano Escobedo por el ministro Sebastián Lerdo de Tejada la víspera de la ejecución de Maximiliano y sus generales, el cadáver del príncipe austriaco sería depositado, una vez realizada la ejecución, “en un lugar conveniente y seguro, bajo la estricta vigilancia de la autoridad”, para que ahí -“sin rehusarse la presencia de extranjeros”-, sólo médicos mexicanos realizaran el trabajo de embalsamamiento.

El mismo Maximiliano, el 16 de junio de 1867, tres días antes de su fusilamiento, haciendo gala de una enorme sangre fría, habría dictado a su secretario particular, José Luis Blasio, una dirigida a don Carlos Rubio, pidiendo le facilitara el dinero necesario para que su cadáver fuera embalsamado y conducido a Europa.

“Sr. Don Carlos Rubio:


Lleno de confianza me dirijo á Ud. Estando completamente desprovisto de dinero, para obtener la suma necesaria para la ejecución de mi última voluntad.
 

“Deseo que mi cadáver sea llevado á Europa cerca de la Emperatriz, confío ese cuidado a mi médico el doctor Basch. Ud. le entregará el dinero que necesite para el embalsamamiento y transporte, así como para el regreso de mis servidores á Europa. La liquidación de este préstamo se hará por mis parientes, por la intervención de las casas europeas que Ud. Designe, ó por pagarés enviados á México. El doctor antes citado hará con Ud. Estos arreglos.
“Doy á Ud. Las gracias más anticipadas por este favor que le deberé; envío á Ud. Mis saludos de despedida y deseándole felicidades, quedo suyo, Maximiliano”.

Temeroso de que no se acatara su última disposición, la víspera de su fusilamiento el emperador redactó una carta más, dirigida al general Mariano Escobedo.

“Señor General,
“Deseo, si es posible, mi cuerpo sea entregado al Sr. barón de Magnus y al Sr. doctor Basch, para que sea conducido á Europa, y el Sr. Magnus se encargará de embalsamarlo, conducirlo y demás cosas necesarias.
Maximiliano” .

Sin embargo, ni aún muerto, el descendiente de los Habsburgo pudo gozar de la paz de los sepulcros.

Esa misma mañana los restos fueron enviados al convento de Capuchinas de la ciudad de Querétaro. Los primeros metros del trayecto hacia el edificio anexo a la iglesia de Capuchinas, quedaron marcados por varias gotas de sangre derramada a través de tres gruesos agujeros realizados para este fin en la base del sarcófago.

En “Las calles de Querétaro” (1910), el escritor queretano Valentín F. Frías, simpatizante del Segundo Imperio, describe: “El día 21 (de junio) mi señora madre me llevó al lugar de la ejecución, y ya toda huella de sangre había desaparecido; porque como había tanta piedrecita, el vecindario se había llevado ya, como recuerdo, todas las que se empaparon con la sangre de aquellos valientes” .

El coronel Palacios señaló el cadáver y dijo: “He aquí la obra de Francia”. Colocado sobre una enorme mesa de madera negra (actualmente en posesión del Museo de historia de Querétaro), el cuerpo del emperador fue despojado de su vestimenta: levita y chaleco negros, camisa blanca, pantalón negro, ropa interior, calcetines y botas.

Maximiliano tenía cinco impactos de bala en el pecho y el abdomen. Tenía también un tiro de gracia en el corazón. Se lo había dado, de modo magistral según el periodista Ángel Pola, el futuro esbirro de Victoriano Huerta, apenas un sargento segundo entonces, Aureliano Blanquet. Al caer, Maximiliano se golpeó la frente contra el suelo. Su embalsamador, el doctor Vicente Licea, cubrió la herida con barniz.

Contrario a los deseos expresados por Maximiliano y a pesar de la palabra que el general Escobedo dio al difunto emperador, el gobierno republicano rehusó entregar el cadáver al Barón Magnus -ministro de Prusia- y al Dr. Samuel Basch. Y dispuso que tampoco sería el médico personal de Maximiliano quien se encargaría de su embalsamamiento, sino el ginecólogo Vicente Licea quien, asegurando tener los estudios suficientes en la materia, ocultó ante todos sus personales motivos por realizar este trabajo.

A Basch se le comunicó que podía asistir a la operación. Se le concede -así se le dice- ‘el privilegio’ de participar en la conservación perpetua del emperador.

Antes de iniciar los trabajos, el coronel Palacios se dirige a los presentes en tono burlón: “¡He aquí al obra de Francia, señores1”.

En sus memorias (“Recuerdos de México”), el doctor Basch detalla el estado en que se encontraba el cuerpo de Maximiliano: “Para nada se descompusieron sus facciones. La cabeza quedó ilesa y tenía el pecho atravesado por seis balas. De las seis heridas que le atravesaron el tronco, tres estaban en el vientre bajo y tres en el pecho, casi en la misma línea… …Los soldados hicieron fuego a muy corta distancia, de tal manera que en la autopsia no se halló ninguno de los seis proyectiles”.

Para acallar las diversas versiones que surgieron acerca de la supuesta agonía de Maximiliano, el médico imperial detalladamente escribió: “Las tres heridas del pecho eran mortales por esencia: la primera bala atravesó el corazón de derecha a izquierda; la segunda, al atravesar el ventrículo, hirió los vasos gruesos; la tercera, por fin, atravesó el pulmón derecho. La naturaleza de estas tres heridas induce, pues, a creer que al lucha del Emperador con la muerte hubo de ser brevísisma; y que aquellos movimientos de la mano, que una cruel fantasía interpretó como orden de repetir los tiros, no fueron sino movimientos meramente compulsivos, de aquellos que según las leyes fisiológicas, son consecuencia natural de toda muerte violenta”.

Durante la autopsia, al menor descuido del doctor Basch, el doctor Licea y sus asistentes realizarían los más crueles comentarios: “¡Qué voluptuosidad! –exclamaría uno de ellos- ¡lavarse las manos con sangre de un monarca!”. Durante los siete días que demandó el embalsamamiento, varias personas de sociedad acudieron a Capuchinas para poner en manos del médico albeantes pañuelos que deseaban humedecer en la sangre del archiduque. El coronel Palacios, sin respeto a la muerte, frente a una cubeta llena con las víceras reales, se burlaría: “¡Deberían dársela a los perros”.



Horas del proceso de embalsamiento

Furtivamente y a cambio de unas pocas monedas de oro, durante los ocho días que se realizó el pésimo trabajo de conservación del cuerpo de Maximiliano, tanto el doctor Licea como los guardias permitieron el acceso morboso a decenas de damas y caballeros queretanos deseosos de observar, a detalle, “el divino cadáver de un monarca europeo”.

 La princesa Salm Salm, que se había arrodillado ante Juárez para suplicar por la vida del príncipe, visitó al presidente una noche y le dijo que el médico que había embalsamado el cadáver acababa de presentarse en su casa, con un paquete bajo el brazo, para proponerle la venta de los vestidos que el emperador portaba el día de su fusilamiento.

A saber: una banda de seda empapada de sangre, un pantalón negro con los agujeros de las balas que atravesaron el vientre, una camiseta blanca con los tiros que perforaron el pecho, un par de calcetines, una corbata, pelo de la barba y la cabeza, la sábana (lavada) que había envuelto el cadáver, la bala de plomo que desgarró el corazón y una mascarilla de yeso que el propio Licea había mandado a hacer.

El médico le dijo a la princesa que entre los aristócratas de Querétaro “habría podido realizar aquellos objetos en 30 mil pesos”, aunque ahora se conformaría con entregarlos por sólo 15 mil. La princesa contestó: “Conozco a alguna persona que daría probablemente ese precio. Creo conveniente que haga usted una lista de los objetos para poder mostrar el papel”. Licea hizo la lista y la firmó. Con ésa selló también su fatalidad.

Los médicos cortaron tres cuartas partes de la larga barba y parte de la rubia cabellera del austriaco para venderlas a razón de ochenta dólares el mechón. Cantidad mínima a los 15 mil pesos que pagó la princesa Salm Salm al doctor Licea por una mascarilla del muerto.

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La ropa ensangrentada, antes de ser entregada al doctor Basch para ser enviada a Europa, le fue prestada al fotógrafo francés Francois Aubert (1829-1906) para llevársela a su estudio y retratarla sobre un perchero. Meses después, las fotografías se venderían por toda la ciudad en forma de postales y hasta juegos de baraja.

Benito Juárez se indignó ante el “vil tráfico” que el médico deseaba hacer con los despojos imperiales y aconsejó a la princesa interponer una demanda en los tribunales. Agnes Salm Salm obedeció. Licea fue detenido y pasó dos años en prisión. El tribunal ordenó que las prendas fueran entregadas a la princesa (era la única persona que las había reclamado), pero ésta había huido del país antes de que se dictara el fallo.

Según un documento que el investigador Ramón del Llano Ibáñez dio a conocer en el libro Miradas de los últimos días de Maximiliano de Habsburgo en la afamada y levítica ciudad de Querétaro durante el sitio de las fuerzas del Imperio en el año de 1867 (Miguel Ángel Porrúa, 2009), el tribunal absolvió a Licea, arguyendo que éste sólo había recogido unas ropas abandonadas y no había cometido crimen alguno: para el juez, después de momificar el cadáver sin recibir ningún pago por sus servicios, Licea se había visto en la necesidad de ofrecer las prendas “por una compasión demasiado mal comprendida hacia aquel andrajo de carne humana que pudo alguna vez llamarse emperador de México”.

¿A dónde habrán ido a parar esas reliquias?

En el tortuoso camino a la capital, el carro que trasladaba los restos del emperador volcó en un arroyo. El embalsamamiento practicado por Licea era tan imperfecto que la momia, además de mojada, llegó a la ciudad de México un poco negra, convertida en un soberano desastre.

El gobierno de Juárez supuso que la Casa Imperial de Austria iba a reclamar el cuerpo, y que éste “tendría que hacer dilatado camino atravesando mares”. Así que ordenó un nuevo embalsamamiento —que ejecutaron los médicos Agustín Andrade, Rafael Ramiro Montaño y Felipe Buenrostro.

La operación fue practicada en la pequeña iglesia del hospital de San Andrés. Ese hospital, fundado en 1779 durante una de las peores epidemias de viruela que hubo en la Nueva España, se hallaba en el mismo terreno en donde hoy se alza el espléndido Museo Nacional de Arte (Tacuba 8). Los religiosos de San Andrés recibieron la orden de desalojar los ornamentos de la iglesia —“el Santísimo, los vasos sagrados y demás paramentos”— en cuanto el cadáver fuera recibido. El pequeño templo quedó convertido en un salón de operaciones quirúrgicas.

El cronista José María Marroqui cuenta que los doctores Andrade, Montaño y Buenrostro, a fin de que los líquidos que aún contenía el cuerpo escurriesen bien, determinaron suspenderlo, “y así lo tuvieron por unos días”. De acuerdo con un testigo, en los primeros días de octubre de 1867 se avisó a Benito Juárez que el embalsamamiento se había consumado. Esa misma noche, en punto de las 12, un carruaje negro se detuvo frente al portón de madera del templo. Acompañado por su ministro Sebastián Lerdo de Tejada, Juárez se presentaba “de incógnito”: al penetrar en el pequeño templo se descubrió la cabeza y enlazó las manos tras la espalda; observó detenidamente a Maximiliano, “sin que le notara dolor ni gozo”, y luego midió el cadáver con la  mano derecha.

—Era alto este hombre, pero no tenía buen cuerpo; tenía las piernas muy largas y desproporcionadas dijo.

Un instante después, agregó:

—No tenía talento, porque aunque la frente parece espaciosa, es por la calvicie.

El cadáver de Maximiliano salió de México en la fragata de guerra Novara: la misma que años antes había traído a nuestras playas al emperador.

Marroqui ofrece un relato extraordinario de lo que vino después. Desde que el templo de San Andrés volvió a abrirse al culto se llenó de personajes adictos al Segundo Imperio. “Daban a sus reuniones un aire tumultuario y significativo” —escribe Marroqui—; formaban grupos en la puerta y salpicaban sus conversaciones “con palabras que intencionalmente lastimaban a los transeúntes, cuando eran de ideas distintas”. En esos grupos se afirmaba que habían colgado a Maximiliano para vilipendiarlo, “y pues que no les había sido posible colgarle en vida, lo hicieron después de muerto”. El templo empezó a ser conocido como la Capilla del Mártir. El gobernador Juan José Baz estaba al tanto de aquellas reuniones, aunque sólo se dedicaba a observar.

¿ Y los ojos del emperador?

Los ojos de Maximiliano misteriosamente desaparecieron. Y para llenar las órbitas vacías, se le reemplazaron con los ojos de vidrio que, según detalló el doctor Licea en sus memorias, fueron traídos de la ciudad de México. Sin embargo, hasta la fecha persiste la creencia popular de que los ojos de cristal que se le colocaron al cadáver del emperador le fueron extraídos a una imagen de Santa Úrsula, que actualmente se encuentra expuesta en uno de los descansos del primer piso del Museo de Historia de Querétaro.

Nadie supo jamás qué fue lo que verdaderamente ocurrió con los ojos de Maximiliano. Pero cuenta la leyenda -una de tantas que surgieron a raíz del fusilamiento del espurio emperador- que una mujer, enamorada de la intensa mirada de los Habsburgo, pagó ‘precio de oro’ a los embalsamadores a cambio de los dos ojos que, se decía, conservaba en formol en un lugar muy escondido de casa.



El 18 de junio de 1868, al cumplirse el primer aniversario del fusilamiento en el Cerro de las Campanas de Miguel Miramón, Tomás Mejía y Maximiliano de Habsburgo, los nostálgicos del imperio celebraron una misa en San Andrés. El jesuita Mario Cavalieri dirigió un sermón que se excedió, cuenta Marroqui, no en elogios a los difuntos, sino en acriminaciones al gobierno juarista. Los asistentes a la misa abandonaron el templo “entre sollozos y lágrimas, vomitando improperios”.

Baz impuso al presidente Juárez de los acontecimientos. Al enterarse del contenido del sermón y de la reacción del público, don Benito se acercó al gobernador y le preguntó en voz baja:

—¿No conoce usted a un señor Baz que puede tirar esa capilla?

Baz contestó:

—Sí le conozco, yo se lo diré, y él la tirará.

La noche del 28 del mismo mes la iglesia de San Andrés fue quemada. Marroqui, a quien el mismo gobernador confió la versión (“Puedo responder de la verdad de todo lo referido… me consta por la íntima amistad que me unió con el Sr. Baz”, escribió), sostiene que el funcionario irrumpió en el templo acompañado de un grupo de albañiles, mandó hacer un corte circular en la base de cúpula, metió cuñas de madera empapadas en aguarrás y les prendió fuego. “Todas ardieron a un tiempo, y a un tiempo cedieron todas, desplomándose con gran estrépito”, escribió el cronista.

Pocas veces se puede fechar el nacimiento de una calle con tanta exactitud. A las seis de la mañana del 29 de junio de 1868 el templo de San Andrés se había ido para siempre y en la ciudad se abría el espacio de su calle más reciente. La bautizaron con el nombre de “un héroe egregio”, Felipe Santiago Xicoténcatl, teniente del Batallón de San Blas que en 1847 defendió Chapultepec, y cayó en la falda de dicho cerro.

En 1931, en una casona levantada en el número 9 de esa calle, comenzó a sesionar la Cámara de Senadores que permaneció ahí durante 80 años.

La ciudad nos cuenta historias que a veces no somos capaces de escuchar. En la calle Xicoténcatl, un espacio que media entre el antiguo Senado y el Museo Nacional de Arte, se levanta, desde hace casi medio siglo, una estatua dedicada a Sebastián Lerdo de Tejada: es el recuerdo de la noche de 1868 en que un carruaje se detuvo, y el destino de un templo se decidió.

FRAGMENTO DEL CAPÍTULO I DEL LIBRO "QUERÉTARO INÉDITO" (VOLUMEN I), DE DAVID ESTRADA. ( recuperado de: http://www.davidestrada.org/index.php/queretaro-inedito/18-queretaro-inedito/274-maximiliano-las-penurias-de-un-cadaver ).

Secretaria de la Defensa Nacional (2019) 19 de junio de 1867, fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo y los Generales Miramón y Mejía.  (recuperado de https://www.gob.mx/sedena/documentos/19-de-junio-de-1867-fusilamiento-de-maximiliano-de-habsburgo-y-los-generales-miramon-y-mejia).

Hernandez,B. ¿Cuanto tiempo se requiere para embalsamar a un emperador? El reino de todos los Días (recuperado de https://reinodetodoslosdias.wordpress.com/tag/tecnicas-de-embalsamamiento-en-el-siglo-xix/ ).

Mauleón,H. (2015) El embalsamiento de Maximiliano ( recuperado de https://www.nexos.com.mx/?p=26107 ).


 

viernes, 18 de septiembre de 2020

Tanatosemiología/Enfriamiento Cadavérico

 Para el medico legista, señala Simonin (1982), el cadaver es el testimonio mudo de un hecho judicial o banal. Este presenta en el cuerpo o en las visceras vestigios reveladores que permiten "hacerle hablar".


La tanatosemiología se define  de acuerdo a Gutiérrez (1999) como:

"Comprende la descripción de los diferentes signos y estados que caracteriza la transformación del cadaver"

 

En cambio Patito (2000) define la tanatosemiología como:

"La descripción de las transformaciones que experimenta el cuerpo una vez producida la muerte. Según su presentación y evolución los signos pueden ser INMEDIATOS O ALEJADOS."


La Ley General de Salud de México, en su artículo 314, define al cadáver como "el cuerpo humano en el que se haya comprobado la pérdida de la vida".

Por su parte, el Código Civil de Costa Rica estipula en el artículo 18 que "la entidad jurídica de la persona física termina con la muerte de ésta".

La palabra cadáver deriva del latín (caedere, caer). Son sinónimos las expresiones occiso(del latín occisors, que muere violentamente), fallecido (fallere, morir) y difunto.

Fenómenos Cadavéricos

Una vez extinguida la vida, el cuerpo empieza a experimentar una serie de cambios que se denominan fenómenos cadavéricos.

Con el nombre de fenómenos cadavéricos y también con el de fenómenos abióticos, se designan los cambios que se suceden en el cuerpo sin vida a partir del momento en que se extinguen los procesos bioquímicos vitales y que son consecuencia de la acción pasiva de las influencias ambientales.

Clasificación de Fenómenos Cadavéricos 

De acuerdo con Cartagena (2016) menciona  que los signos cadavericos se dividen de la siguiente manera:

 "Una vez que se produce la muerte, el cadáver queda a expensas de fenómenos pasivos, físicos y abióticos, que conforman lo que se denomina los fenómenos cadavéricos; y de fenómenos activos, químicos y biológicos, que dan lugar a la autolisis y putrefacción, que se enmarcan bajo la denominación de fenómenos transformativos del cadáver"

En cambio para Alvarado:  

Estos pueden clasificarse en dos tipos: tempranos o inmediatos, y tardíos o mediatos.


En los primeros, el cuerpo mantiene su morfología macroscópica; en los segundos, sufre alteraciones hasta su completa destrucción, que es la evolución natural de los fenómenos cadavéricos. La excepción la constituyen los fenómenos tardíos conservadores, queinterfieren en ese fin inexorable.

  Anadón (2010) menciona lo siguiente respecto a los fenómenos cadavericos 

Desde el punto de vista de su esqueletizacion se divide en los siguientes apartados:

1.Fenomenos cadavericos abioticos: deshidratación, lividez, hipostasis y enfriamiento.

2.Fenomenos cadavericos biÛticos: rigidez y espasmo.

3.Fenomenos destructores: autolisis y putrefacción.

La importancia medico-legal de los fenómenos cadavéricos esta en relación con su naturaleza secuencial, que se puede usar para establecer la data de la muerte y debemos conocerlos tambiÈn para discernir los cambios debidos a fenómenos taxonómicos que pueden simular lesiones premortem y también modificar los hallazgos toxicologicos.



Enfriamiento Cadavérico

El enfriamiento es el signo que se instala en el cadáver con gran rapidez, y es factible de reconocer sin necesidad de alta tecnología. Al momento de fallecer la persona, los centros termo reguladores terminan su función; el cuerpo humano se convierte en una materia inerte y adoptará la temperatura del medio ambiente al queesté expuesto. 

También llamado algor mortis, obedece al hecho de que el cadáver trata de igualar su temperatura con la del medio circundante. Y si ésta es inferior a la temperatura corporal(37°C o 99.6°F), el cuerpo empezará a enfriarse desde el momento en que se extingue la vida.

Lo común será que en zonas con climas templados y cuerpo es expuestos a la intemperie, el cadáver tienda a disminuir la temperatura, y es posible que en lugares abiertos con temperaturas cálidas extremas, el cuerpo al contrario de perder temperatura, la aumenta, esto puede suceder incluso en lugares cerrados, por lo que hay que considerar que emplear la expresión “enfriamiento cadavérico” es incurrir en error.


De cualquier manera y a pesar de que sea difícil la creación de una función matemática, que explique adecuadamente el enfriamiento cadavérico en todo momento, ello no es óbice para que del mismo se puedan extraer una serie de datos de valor médico legal.

El enfriamiento se inicia por los pies, manos y cara, las partes expuestas que están fríos a las 2 horas después de la muerte y cuando decimos que están fríos, queremos decir que tienen la misma temperatura que el medio ambiente. Se extiende luego a las extremidades, pecho y dorso. Finalmente se enfrían vientre, axilas y cuello. Los órganos abdominales profundos conservan el calor mucho tiempo, incluso 24 horas.

Este descenso de la temperatura corporal se efectúa a razón de 1°C por hora durante las primeras doce horas, y a razón de 0.5°C por hora en las segundas doce horas. En las escala de Farenheit, el promedio de enfriamiento es de 11/2°F por hora.

Según Casper, el enfriamiento al tacto sería completo de las 8 a las 17 horas; más a menudo, de las 10 a las 12 horas después de la muerte.

Si la comprobación se hace mediante el termómetro, el enfriamiento no se establece totalmente hasta las 24 horas.

En México, sobre todo en el centro de la República, el cadáver tiende a disminuirla temperatura, la rapidez con que se produzca ésta depende de la diferencia entre latemperatura ambiente y la corporal.

Este enfriamiento puede presentarse de maneras diferentes en su comienzo y evolución.

En primer lugar existe un periodo de equilibrio termico en el que se mantiene la temperatura que tenía el cadver en el momento de la muerte. 

Este fenómeno lo explica Seller como algo fÌsico. El cadaver seria como un cilindro que empieza a perder temperatura en las capas mas externas, que es compensado por las capas subyacentes de forma inmediata, repitiendose el proceso hacia la profundidad de forma sucesiva. El eje del cadver o cilindro no es alcanzado por la onda de enfriamiento hasta unas 2 horas de establecida la muerte. 

Esta meseta termica estara en relación al radio del cadáver. Transcurrido este periodo de tiempo,tiene una evolución regular.

K. Sellier ha demostrado experimentalmente que este fenómeno tiene una explicación puramente física: el cadáver se comporta de la misma manera que un cilindro del mismo diámetro (ley del enfriamiento de Newton).

 En uno y otro, el enfriamiento se inicia en la periferia por un flujo ininterrumpido de calor hacia el medio que los rodea. Pero las capas inmediatamente subyacentes compensan esta pérdida acto seguido, repitiéndose el mismo proceso hacia la profundidad de forma sucesiva. 

El eje del cadáver o del cilindro no es alcanzado por la “onda de enfriamiento” hasta después de unas dos horas de establecida la muerte. Este proceso de distribución del calor da lugar a una pausa aparente del enfriamiento, proporcional al radio del cadáver, durante el cual apenas es factible apreciar diferencias con la temperatura premortal.

Transcurrido este período, el enfriamiento se hace ostensible, llevando desde entonces una evolución regular, efectivamente considerando una región o zona en particular, el enfriamiento sigue una curva exponencial, obedeciendo a la ley del enfriamiento de Newton. Pero el gran número de circunstancias extrínsecas e intrínsecas al cadáver que influyen en su evolución impiden que pueda darse una definición físico-matemática válida.


En ocasiones puede ocurrir una situación contraria a la explicada, la subida de la temperatura postmortem es la llamada hipertermia postmortem. Esta situación de hipertermia puede darse en casos de insolación, trastornos neurológicos y muertes por convulsiÛn como en el caso de tétanos o intoxicación por estricnina, La insolación, meningitis, tétanos, intoxicación por estricnina, tifus, cólera, intoxicación pordinitrofenol constituyen anomalías. En estos casos, en vez de enfriarse el cadáver puede experimentar aumento de su temperatura después de la muerte,etc. En todo caso no se mantiene mas alla de las 2 horas despues de la muerte.

De estos hechos se ha pensado que las fuentes de calor en esta hipertermia post mortal serían: la persistencia de reacciones vitales; los fenómenos bioquímicos que dan origen a la rigidez, o reacciones fermentativas bacterianas.

La hipertermia post mortal puede continuar a una subida de temperatura iniciada en la agonía. En cualquier caso, no se mantiene más de dos horas, alcanzando su punto máximo hacia los 45 minutos después de la muerte.

Spitz (1992) indica que el equilibrio térmico que se produce inmediatamente después de la muerte se debe al calor que generan los procesos metabólicos residuales de los tejidos muertos y por la actividad metabolica de las bacterias intestinales.

Los órganos abdominales profundos conservan el calor durante mucho tiempo, incluso 24 horas. Esta evolución del enfriamiento puede verse condicionada por diversos factores:

1. Causa de la muerte: las enfermedades crónicas y hemorragias dan lugar a un rapido enfriamiento. Lo mismo ocurre en las muertes por intoxicación por fósforo, arsénico y alcohol, las muertes por frio y las grandes quemaduras. En cambio la temperatura se mantiene mas tiempo en las muertes por insolación, golpe de calor, sofocación o intoxicaciones por venenos convulsivantes como la nicotina y estricnina. Se ha dicho otro tanto de la intoxicación oxicarbonada, pero C. Bernard y Descouest demostraron, cada uno por su lado, que la marcha del enfriamiento no se apartaba del curso normal. También se ha pretendido que la rapidez con que se produjo la muerte influiría en la marcha del enfriamiento, lo que no ha podido comprobarse

2. Características individuales: edad, estatura, estado de nutrición, peso, etc. En este caso el factor fundamental es la circunferencia del cadaver.

Aceleran el enfriamiento la senilidad y la niñez (un recién nacido iguala su temperatura con la del ambiente en 5 0 6 horas), caquexia, agonía prolongada, hemorragia severa,desnudez, intemperie, frío ambiental. Por el contrario, el estado de buena salud, la enfermedad febril, el abrigo o ambiente caluroso retardan el enfriamiento.


También influyen el estado de nutrición (desarrollo del tejido adiposo), peso, etc., factores éstos que condicionan la extensión de la superficie corporal, la capacidad calorífica y aun la capacidad específica de la conducción calórica. Por esta razón se enfrían más rápidamente los cadáveres de los fetos, recién nacidos y niños que los de los adultos. Entre éstos es más rápido el enfriamiento en los individuos caquécticos que en los sujetos bien alimentados y pletóricos. A este respecto, las investigaciones de K. Sellier demuestran que el factor fundamental es la circunferencia del cadáver, dependiendo la rapidez del enfriamiento del diámetro corporal, con independencia del espesor del panículo adiposo, que se consideraba de antiguo como el factor más específico por su poder aislante.

También parece influir en el enfriamiento el estado digestivo cuando sorprende la muerte; el enfriamiento sería más rápido si ésta ha tenido lugar estando el sujeto en ayunas.


3. Factores ambientales: la influencia que el medioambiente va a ejercer en la marcha del enfriamiento esta en íntima dependencia con el mecanismo físico de la pérdida de calor corporal con sus 4 componentes:

a) Irradiación: transferencia de calor de un objeto a otro por cercania, por rayos infrarrojos.

b) Conducción: transferencia de calor de un objeto a otro por contacto.

c) Evaporación: pérdida de temperatura por evaporación del agua situada en el plano m·s externo.

d) Conevección: transferencia de calor a traves del movimiento de corrientes de aire sobre el cadaver.

Es decir, se enfriara tanto mas rápidamente cuanto menor sea la temperatura ambiental y mayor la humedad, ventilación, etc.

4. Finalmente, hemos de señalar que el enfriamiento también se modifica por otros factores como son:

a) El ofrecido por las diferentes conductividad de los tejidos corporales.

b) El del aire atrapado debajo de las ropas; existe una fina capa de aire inmediatamente por encima de la piel que no esta a temperatura ambiente, sino a la del cuerpo.

c) El de las propias ropas.

d) El que ofrece otra delgada lamina de aire, situada por encima de las 

ropas, que sin estar a temperatura ambiente, tampoco es idéntica a la del cuerpo.

e) Los debidos al ambiente especifico.El calculo de la temperatura del cadaver se debe realizar en zonas u organos internos, ya que en la piel la temperatura desciende muy rapidamente al estar en contacto con el aire. 

De los organos internos, se ha probado para determinar la temperatura en multitud de ellos, siendo el mas comunmente usado la temperatura rectal y la temperatura a nivel hepatico, aunque algunos autores mantienen que la temperatura en cerebro desciende de una forma m·s regular y, por tanto, sería el mejor indicador del tiempo que ha transcurrido desde la muerte.

Un caso particular son los cadáveres sumergidos, éstos se enfrían mucho antes ya que el poder de enfriamiento del agua es mayor que el del aire, aunque habrá de tenerse en cuenta la temperatura de la misma.

Consecuencia de la posible acción de los diversos factores descritos es que el tiempo necesario para el enfriamiento del cadáver varía muchísimo y que deben examinarse, en cada caso, las circunstancias que concurren en él. No obstante, como regla general, puede afirmarse que el tiempo que tarda el cadáver en igualar su temperatura con la del medio ambiente depende más de la diferencia entre la temperatura corporal en el momento de la muerte y la temperatura ambiental que de los valores absolutos de ambas temperaturas. 

Con una temperatura ambiental de 16° hasta 10°C, el cadáver de un adulto vestido tarda en enfriarse unas 24 horas, siendo más rápida la pérdida de calor en las primeras horas y lentificándose cada vez más a medida que la temperatura corporal va aproximándose a la ambiental.

Según las comprobaciones llevadas a cabo por Greggio y Valtorta, la curva de dispersión térmica viene caracterizada por un primer período de 3 a 4 horas, en el que la temperatura corporal disminuye en no más de medio grado a la hora; por un segundo período, que comprende las 6 a 10 horas sucesivas, en el que la dispersión térmica es de alrededor de un grado por hora; finalmente, por un tercer período en el que la temperatura disminuye en 3/4, 1/2 ó 1/4 de grado por hora, hasta nivelarse con la temperatura ambiente.

Debe recordarse que se trata de cifras simplemente orientadoras, susceptibles de notables variaciones en relación con los factores extrínsecos e intrínsecos mencionados, capaces de acelerar o retardar el enfriamiento cadavérico. 

Pero no se han podido calcular, para tales factores, coeficientes de aumento o disminución utilizables en una ecuación tendente a establecer sobre una base matemática las relaciones que existen entre la temperatura cadavérica y la data de la muerte.

Autores modernos, teniendo en cuenta que el enfriamiento es más regular y se inicia más tardíamente en los órganos internos que en la superficie cutánea, han aconsejado llevar a cabo las mediciones termométricas en los diversos órganos internos (realizando una incisión mínima en la línea media del abdomen hasta alcanzar la cavidad peritoneal, para colocar la cubeta del termómetro en contacto con la cara interior del hígado; la lectura debe hacerse sin retirar el termómetro), en el recto, en la sangre de las cavidades derechas del corazón, etc.

Temperatura

La temperatura corporal promedio para el cálculo del IPM debe ser de 37° C, y lamisma deberá ser registrada por vía rectal; se recomienda que la medición se realice con termómetros especiales, químicos, que tienen graduaciones de temperaturas de 0° C o menos y hasta 50° C; es factible utilizar termógrafos infrarrojos, sin embargo, al no contar éstos con registros específicos no son confiables.

La mayoría de los autores acepta que el cadáver en condiciones “normales” tiende a perder de .8° a 1° C por hora durante las primeras 12 h y posteriormente .3° a .5° C por hora hasta igualarse con la temperatura del medio ambiente.

Se han desarrollado distintas fórmulas para estimar el IPM, las cuales consideran la temperatura rectal cadavérica y la temperatura rectal normal, incluyendo constantes matemáticas para compensar la pérdida inicial de calor; entre las másconocidas y utilizadas está la Fórmula de Glaister:


Como ya se comentó existen diversos factores que pueden alterar la presentación de los signos cadavéricos, la temperatura no es la excepción. Henssge elaboró un omograma —que lleva su nombre— con base en una gran cantidad de factores,considerando los de error y corrección, tales como la ventilación, la humedad, elpeso corporal, la edad y otros; asimismo creó dos nomogramas para temperaturasmayores y menores de 23° C.

La dispersión de calor produce pérdida de líquidos por evaporación, es por elloque el cadáver inerte tiende a perder peso, alrededor de 15 g por kilo de peso porhora; este dato no es confiable ni práctico, sin embargo, la pérdida de líquidos constituye un factor que producirá una serie de signos por deshidratación que deberán ser tomados en cuenta para la determinación del IPM.

 La Fórmula de Bouchut: en las primeras doce horas se pierde entre 0,8 y 1 grado por hora y en las segundas doce horas la disminución es de 0,3 a 0,5 grados por hora. 


Anadón,B,M,J.Robledo,A,M,M. (2010). MANUAL DE CRIMINALISTICA Y CIENCIAS FORENSES.Técnicas forenses aplicadas a la investigación criminal. Madrid: Editorial TEBAR,S.L.

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domingo, 6 de septiembre de 2020

El Hombre de Grauballe

 Era el 26 de abril de 1952 y era sábado por la mañana. Me paré sobre la pala y se bamboleaba como una pelota de goma. Le pegué justo en el hombro. Allí estaba la cabeza tan fina. Tuve que ponerme de rodillas para ver si realmente era una cabeza humana. Entonces me di cuenta de que realmente lo era .

Así es como Tage Busk Sorensen, un contador de turba que trabajaba en el pantano Nebelgaard en Jutlandia central en Dinamarca, describe su descubrimiento del "Hombre de Grauballe" uno de los descubrimientos más espectaculares de la prehistoria de Dinamarca.



En 1952, dos excavadores de turba en Jutlandia, Dinamarca, tropezaron con los restos de un hombre de 2.000 años.

Ahora conocido como el Hombre de Grauballe,  estos restos increíblemente bien conservados son utilizados para aprender sobre los miembros de las tribus germánicas prehistóricas en el siglo III a. C. Los obreros que excavaban en busca de turba (vegetación en descomposición utilizada en jardinería y combustible) golpeaban el cuerpo con sus palas en el pantano danés. Al darse cuenta de que habían encontrado un cuerpo, lo dejaron solo durante un par de días, aunque pronto se difundió la noticia y la gente vino a examinar la curiosidad. A pesar de sobrevivir durante dos milenios en los humedales ácidos, sufrió daños cuando un ciudadano le pisó la cabeza. Sin embargo, los científicos estaban encantados de estudiar al hombre prehistórico.


Debido a las condiciones únicas en los pantanos, se han encontrado muchos cuerpos en Europa momificados de forma natural. Los pantanos son humedales que normalmente contienen minerales ácidos y suelo esponjoso compuesto de materia orgánica centenaria. Debido a que la turba se usa a menudo como fertilizante y combustible, los excavadores de turba ocasionalmente se encuentran con hombres del pantano momificados


Edad 

al morir La edad de Grauballe Man al momento de la muerte se evaluó observando su esqueleto. Los esqueletos cambian mucho a medida que las personas crecen y varios marcadores, incluida la longitud, el tamaño, la forma y el nivel de fusión de los diferentes huesos, proporcionan indicaciones de la edad de una persona. También se descubrió y desarrolló un método de envejecimiento completamente nuevo para Grauballe Man. Se tomó una muestra de hueso de su cadera. Estos se cortaron en rodajas muy finas y se examinaron bajo un microscopio. De esta forma se podrían contar líneas de crecimiento similares a las de los árboles. Mostraron que Grauballe Man tenía de 30 a 35 años cuando murió. Aunque hoy lo consideraríamos joven, la gente de la Edad del Hierro no vivió tanto como nosotros. La mitad de las personas que llegaron a la edad adulta murieron antes de llegar a esta edad. Por lo tanto, podríamos decir que Grauballe Man pasó su mejor momento y no murió más joven que la mayoría de las personas en ese momento.


Habría medido 1,75 m (5 pies y 7 pulgadas) de altura. El cabello que aún se aferraba a su cabeza medía aproximadamente 2 pulgadas (5 cm) de largo, sin embargo, a pesar de su apariencia roja, el hombre probablemente no era un pelirrojo en vida (el color probablemente fue el resultado de estar sumergido en el pantano). El hombre tenía barba incipiente en la barbilla y sus manos y dedos no mostraban signos de trabajo manual.

Los esqueletos cambian mucho a medida que las personas crecen y varios marcadores, incluida la longitud, el tamaño, la forma y el nivel de fusión de los diferentes huesos, proporcionan indicaciones de la edad de una persona. También se descubrió y desarrolló un método de envejecimiento completamente nuevo para Grauballe Man. Se tomó una muestra de hueso de su cadera. Estos se cortaron en rodajas muy finas y se examinaron bajo un microscopio. De esta forma se podrían contar líneas de crecimiento similares a las de los árboles. Mostraron que Grauballe Man tenía 34 años cuando murió. Aunque hoy lo consideraríamos joven, la gente de la Edad del Hierro no vivió tanto como nosotros. La mitad de las personas que llegaron a la edad adulta murieron antes de llegar a esta edad. Por lo tanto, podríamos decir que Grauballe Man pasó su mejor momento y no murió más joven que la mayoría de las personas en ese momento.


Su posición incómoda,boca abajo en lugar de boca arriba, con los brazos y piernas. La pierna rota de Grauballe Man no es visible hoy, ya que el conservador Lange-Korbak la arregló muy bien. Sin embargo, las imágenes de rayos X y las tomografías computarizadas permitieron que se volviera a examinar. A diferencia de la fractura de cráneo, es posible que esta lesión se haya creado en el momento de la muerte de Grauballe Man. Parece que recibió un fuerte golpe en la pierna con un objeto contundente, que le rompió la espinilla.

Descripción

La herida profunda en el cuello del hombre de Grauballe es la herida más clara en su cuerpo y aún hoy es muy visible. La investigación detallada de la herida del cuello muestra que fue hecha con una hoja afilada. Era un corte grande y profundo que se extendía desde la oreja izquierda de Grauballe Man a la derecha. Golpeó la columna en la parte posterior del cuello. La ubicación, la dirección y la profundidad de la lesión sugieren que la cabeza de Grauballe Man probablemente estaba inclinada hacia atrás y que fue hecha por alguien que estaba detrás de él, que le cortó la garganta de izquierda a derecha. Cortó las arterias principales, provocando una pérdida inmediata del conocimiento. Unos minutos después, el hombre de Grauballe murió como consecuencia de la pérdida de sangre. A diferencia del cráneo y la pierna rotos, no se puede confundir esta herida con un accidente: el hombre de Grauballe fue claramente ejecutado.



Sus órganos e incluso sus huellas dactilares estaban tan bien conservados que los científicos pudieron realizar estudios exhaustivos. Finalmente, pudieron concluir que él no era ni un peón ni un trabajador debido a sus manos suaves. Las impresiones dentales mostraron que a menudo había pasado hambre cuando era niño. Los científicos no están seguros de por qué lo mataron, pero plantean la hipótesis de que fue un sacrificio humano. A menudo se ha pensado que los cuerpos de los pantanos son ofrendas, criminales o líderes a los que se culpa por las malas cosechas. Dado que no hay registros escritos de las tribus germánicas de la Edad del Hierro, los científicos no tienen documentación para explicar esta extraña práctica.


Vida

Para sorpresa de todos, más exámenes científicos, como la datación por radiocarbono, revelaron que el hombre de Grauballe había vivido a finales de la Edad del Hierro, probablemente alrededor del 310 a. C. al 55 a. C. Escanear el cuerpo con un microscopio electrónico confirmó la sugerencia visual de que las manos del hombre no estaban acostumbradas al trabajo manual ya que sus huellas dactilares eran relativamente suaves. El análisis del contenido de su estómago mostró que su última comida fue papilla de maíz; También había semillas de más de 60 hierbas y pastos diferentes. Los investigadores pudieron determinar que las hierbas y bayas en su estómago no estaban frescas, lo que sugiere que el hombre murió durante el invierno o principios de la primavera. Su estómago mostraba rastros de hongos venenosos llamados hongos ergot.


Estudiós complementarios


El estudio también reveló que al hombre le faltaban cuatro vértebras lumbares. Al principio, los científicos pensaron que lo habían golpeado, ya que su cráneo estaba fracturado y la tibia derecha rota; sin embargo, se determinó que estas lesiones ocurrieron después de la muerte del hombre de Grauballe, tal vez por presión del pantano, tal vez por los lugareños que lo encontraron.


Abundan las teorías sobre qué causó la muerte del hombre de Grauballe. No se encontraron artículos ni prendas de vestir. Es muy posible que el hombre llevara ropa en el momento de esta muerte, pero se disolvió en el pantano acuoso con el tiempo. Han surgido dos teorías destacadas, que se basan en el conocimiento actual de la vida en el norte de Europa en el siglo III a. C.

La primera teoría sostiene que el hombre era un delincuente que pagó sus crímenes con su vida. Según el historiador romano contemporáneo Tácito, las tribus del norte eran muy estrictas y rutinariamente condenadas a muerte por violadores de la ley. Las manos suaves podrían respaldar esta teoría como en "nunca trabajó un día honesto en su vida". Las tribus del norte también participaron en frecuentes guerras entre ellas, lo que llevó a otra teoría de que el hombre de Grauballe era un prisionero de guerra (tales hombres también eran asesinados de forma rutinaria).

 
                    Reconstrucción facial del rostro del
                            hombre de Grauballe

La segunda teoría prominente puede tener una respuesta para esto. Algunos expertos creen que el hombre de Grauballe fue asesinado con fines de sacrificio.

El hombre de Grauballe habría estado demasiado enfermo para trabajar, pero quizás una orden sagrada lo haya utilizado para hacer predicciones similares al Oráculo de Delfos, apoyando así la teoría del hombre santo. Entonces habría sido depositado en el pantano con reverencia. La teoría relacionada dice que el consumo de cornezuelo de centeno y el ergotismo resultante lo convertirían en un paria de la aldea, uno que estaba poseído por un espíritu maligno y que no le traía más que aflicción y desgracia. En tal caso, la víctima tendría que ser asesinada para salvar a la aldea de su influencia maligna. Luego lo habrían depositado en el pantano para mantenerlo lejos del pueblo.

Los investigadores de hoy probablemente nunca sabrán la verdad con certeza.




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MOMU.  Muerte del Hombre Grauballe; Recuperado de h https//www.moesgaardmuseum.dk/en/


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