Por lo general, involucran lesiones que se caracterizan por ser de tipo contusas y equimóticas, localizadas principalmente en regiones que se anteponen a la trayectoria del agente vulnerante, por lo que su localización se da principalmente en las caras posteroexternas de brazos y antebrazos, muñecas, dorsos y regiones palmares de las manos.
Los signos de defensa incluyen especialmente, heridas cortantes, punzantes, punzó-cortantes, contusas, corto-contusas, zonas equimóticas por gol-pes y escoriaciones dermoepidérmicas de consideración, sobre las caras postero-externas de los antebrazos y muñecas de las manos, y principalmente sobre las regiones dorsales y palmares de las propias manos incluyendo los dedos. Todas ellas producidas durante las maniobras defensivas de la persona que casi siempre resulta victimada. El mayor porcentaje de estos casos concluyen con homicidio para el que se defiende ante la impotencia de evadir o protegerse finalmente de las agresiones del victimario armado con determinado agente vulnerante en riñas, violaciones y ataques injustificados.
Instituto Nacional de Ciencias Penales.(2012).Manual de buenas practicas en la escena del crimen.Mexico,D.F.:Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses.
Montiel,S,J. (2003). Criminalística. Mexíco.D.F: Editorial Limusa
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